07 Mar La Veterinaria Militar en ultramar.
LAVETERINARIA MILITAR EN ULTRAMAR
Conferenciapronunciada por el Académico de Número
Excmo.Sr. D. José Manuel Pérez García
14 deMayo de 1997
Antela proximidad de la conmemoración del centenario de 1898,que supuso la prácticadesaparición del imperio colonial de España,el final de la presencia ysoberanía en Cuba y Filipinas y su cesión por el Tratado de París,que dio fin ala guerra con los Estados Unidos de América,hemos creído oportuno traer a estaAcademia un tema relacionado con la Veterinaria y el año 1898,titulado “LaVeterinaria Militar en Ultramar”, por creerlo de interés ante dichaefeméride. Por su interés histórico y para conmemorarla se ha constituido enSalamanca el 3 de Abril del presente año de 1997 la Comisión responsable; y ensu discurso ante la reunión del Primer Pleno de esta Comisión, el actualpresidente del Gobierno, D.José María Aznar, aseguró “que desde 1898 hastaahora, España ha superado una frustración de Estado y Social para pasar a serun país lleno de futuro y optimismo”.
Enotras ocasiones hemos señalado que son muy escasas las investigaciones que sehan realizado sobre la Veterinaria Militar en nuestros territoriosultramarinos, y considerando las que hemos realizado y aún seguimos verificandopara una futura obra sobre El Cuerpo de Veterinaria Militar en Ultramar, cuya publicación coincida con elaño conmemorativo de 1898, por ello en esta conferencia se aportan y dan aconocer nuevos nombres, datos, hechos de armas, destinos, unidades, así comodocumentos históricos inéditos relacionados con veterinarios militaresdestinados al Ejército de Cuba en los años de 1895 a 1898.
Recordemosque el Cuerpo de Veterinaria militar fue creado por Real Decreto de 15 de juniode 1845, en base de los servicios que existían en el Ejército desde los ReyesCatólicos, inicialmente con albéitares y después con mariscales, y veterinarios mariscales.El Real Decreto, decreación por S.M. la Reina Isabel II, llevó su firma y rúbrica, y la de suministro de la Guerra, el general Ramón María Narváez.
Enla fecha de creación del Cuerpo, el número de veterinarios‑mariscales era de 76, distribuidos de la siguientemanera:
EnCaballería: Mariscales mayores,17 en la Península,1 en Cuba,total 18.Mariscalessegundos: 34 en la Península, 1 en Mallorca, 1 en Ceuta, 2 en Cuba, total 38.
EnArtillería: Mariscales segundos: 15 en la Península, 3 en Cuba y 2 enFilipinas, total 20.
ElCuerpo quedó dependiente del Inspector General de Caballería.
Laorganización definitiva del Cuerpo, a pesar de lo legislado y ordenado en 1845referente a la redacción del Reglamento y al no ser publicado, Nicolás Casas deMendoza veterinario mariscal y después catedrático de la Escuela de Veterinariade Madrid, propuso en 1855 que el Cuerpo se incorporara a la Sanidad Militarpara que los veterinarios pudieran beneficiarse de iguales ventajas yconsideraciones que los médicos cirujanos, siendo esta propuesta bien recibiday apoyada por el Cuerpo de Sanidad, y después de diversas consultas e informesse aprobó el tan deseado y necesario Reglamento.
Desdela Creación del Cuerpo de Veterinaria Militar, bien en las convocatorias deoposiciones de ingreso en el mismo, para la Península o las específicas paralas colonias (en especial para Cuba), o en sus diferentes reglamentos, hastatanto mantuvimos estos territorios ultramarinos, se señalaban y especificabanen varios artículos las condiciones referentes para estos dominios. Lapermanencia en ellos no siempre se exigía el mismo número de años de servicio, unasveces ocho y seis la mayoría , así como la categoría del personal destinado.
Elprimer Reglamento publicado en el año 1856, puso en acción el pensamiento delR.D. creacional, y fue aprobado por S.M. la Reina Isabel II, el 5 de septiembrede 1856 y llevaba la firma de O’Donnell, comunicándosele al Director General deCaballería, que el Cuerpo de Veterinaria Militar pasaba a depender del deSanidad del Ejército y que integraba con esta incorporación a losfarmacéuticos, médicos y veterinarios.
EsteReglamento constaba de 12 títulos, 145 artículos y 6 disposicionestransitorias. Por su interés, seleccionamos y reproducimos los siguientes:
‑ Artículo 14. Los profesores del Cuerpo deVeterinaria Militar serán considerados: como Alféreces, los terceros profesores;como Tenientes, los segundos; como Capitanes, los primeros; como Comandantes,los de Escuelas Militares y los Mayores, y como Teniente Coronel, el Inspector,para todos los efectos de la asimilación en las demás clases político‑militares.
Eltítulo XI se ocupaba del Personal y Servicio del Cuerpo en Ultramar ycomprendía los artículos 129 al 141. Transcribimos los siguientes:
‑ Artículo 130. En la Isla de Cuba habrá un profesor mayor quetomará la denominación de Subinspector, y será de aquella misma clase o de lade profesores de escuelas militares de la Península.
‑ Artículo 133. Los individuos del Cuerpopodrán ir a Ultramar en su misma clase, si lo solicitaren, o con ascenso; perocontinuarán, en este último caso, figurando en el escalafón general del Cuerpoen la misma clase efectiva a quepertenecían antes de ser destinados a aquellos dominios con el empleo inmediatosuperior.
‑ Artículo 134. Los que obtengan el empleoinmediato por su traslación a Ultramar, deberán permanecer en aquellos dominiosel plazo de seis años; y si transcurrido éste, regresasen a la Península,conservarán dicho empleo y disfrutarán el sueldo y demás ventajascorrespondientes al mismo, pero desempeñarán el servicio propio de la claseefectiva a que pertenezcan, entendiéndose por tal, aquella a que hubieranascendido por antigüedad o mérito, y no el empleo que se les hubiese conferidopor su pase a Ultramar. Los que no permanezcan en aquellos dominios el plazoprefijado, perderán el ascenso que hubiesen obtenido con este motivo,conservando no obstante el uso de las divisas.
‑ Artículo 137. Si no hubiese tercerosprofesores que aspiren a dicha vacante, se llamará a pública oposición,llenando los aspirantes las formalidades prescritas en este Reglamento paratales casos; debiendo conferirse a los agraciados para los efectos de suantigüedad en escala general del Cuerpo, el empleo de terceros profesores de laPenínsula y el de segundos de Ultramar.
‑ Artículo 138. Finalmente, en el caso de queno se presenten opositores a la vacante, se sorteará entre los tercerosprofesores de los dos últimos tercios de la escala el que deba ocuparla, yaquel a quien tocare la suerte, será propuesto para su nuevo destino con elempleo inmediato.
Elsiguiente Reglamento Orgánico que se aprobó por R.O. de 13 de julio de 1864, ysus artículos correspondientes a Ultramar, comprendían del 38 al 44, dedicadosal servicio de los veterinarios españoles en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, ysu permanencia.
Elsiguiente Reglamento Orgánico del Cuerpo, fue aprobado por R.O. de 3 de febrerode 1897.
Hubocasos de veterinarios primeros y segundos, que ya estando retirados seofrecieron voluntarios para ir a Cuba, desestimándose su petición devolver al servicio activo, tal es elcitado en la R.O. de 6 de abril de 1896.
Acontinuación señalaremos nombres de lugares que originaron espanto a losespañoles en general, y a los combatientes en aquellos territorios, dondelucharon contra los insurrectos cubanos, y que por su comportamiento, nuestroscompañeros en los trabajos y servicios, celo y actividad, operaciones y hechosde armas realizados, y ser en ocasiones heridos, se hicieron merecedores de queles fuesen concedidas condecoraciones, algunas pensionadas. Algunos de estosnombres geográficos hoy históricos son: Ramón de las Yaguas, Pozo Hondo,Potrero Rico, Mi Rosa, Ceiba, Lomas de Rubí, Lomas de Gavilán, Miguel Pomariega(Matanzas), Ascerito de Rubí (Pinar del Río), Santi Spíritus, Tunas, Ceja deAgua, Meseta, Armenteros, Cabo de San Antonio, Reforma, Trilladeritas, Pinardel Río, Las Villas, Trocha de Jucaro, Lomas de Santo Cristo, Camagüey, Merced,Labozi, etc.
Desdeel año 1884, los oficiales tenían como reglamentario el revólver Smith‑Wessonreformado, y aunque disponen todos de este, seguían utilizando el revólversistema Lefaucheux, modelo 1873. El sable reglamentario era el modelo de 1887.
Por las reformas militares de 1889, de fecha19 de julio de 1889, y en base a la reforma de asimilación de nombres y divisas entre el Cuerpo de Veterinaria ySanidad, se señala que los jefes y oficiales veterinarios usarán las estrellascomo divisas, siendo su colocación, según regía por Real Orden de 25 de septiembre de 1884, para todos los Cuerpos yArmas del Ejército, pasando a denominarse Subinspector Veterinario de primeraclase (Coronel), Subinspector veterinario de segunda clase (Teniente Coronel),Veterinario Mayor (Comandante), Veterinario de primera (Capitán), de segunda(Teniente), y de tercera (Alférez).
Alhacerse cargo de la Capitanía General de Cuba el general Polavieja en 1890, elejército de aquella isla se elevaba a unos 25.000‑30.000 hombres, con unarmamento constituido como elemento principal por el fusil Remington modelo1871, calibre 11 milímetros, yfabricado en Oviedo.Recordemos fue un arma excelente que resultó de gran durezaen ultramar, así como en nuestras guerras civiles de la época.
Enel año 1892 se declaró reglamentario un machete modelo de este año, parala Infantería del Ejército de Cuba, quefue diseñado especialmente para ser utilizado en la manigua. Un año después,elprotagonismo principal en lo que armamento portátil se refiere, fue el fusil Mauser español, modelo1893.También en este mismo año, se adoptó un machete‑bayoneta para elMauser 93.
Enel mes de febrero del año 1895, explotó ya sin duda alguna, la conspiración quedesde el exilio alimentaron Gómez, Maceo y José Martí. Los insurrectosdistribuidos en la isla se alzaron en varios lugares de la misma a la vez, y eneste mismo mes de febrero en Madrid, Cánovas sustituyó a Sagasta como Jefe deGobierno, y nombra de nuevo como Capitán General de Cuba, al General MartínezCampos, que dispuso de 40.000 hombres, fruto de los refuerzos llegados deEspaña.
LaReal Orden de 27 de julio de 1895 dispuso que los Escuadrones de Caballeríanuevamente destinados a Cuba llevaron como personal obrero cuatro herradores yun forjador.
Enrelación al ingreso en el Cuerpo de Veterinaria Militar con fecha Madrid 21 deoctubre de 1895 se publicó por el Ministerio de la Guerra la circular que porsu valor histórico se reproduce:
“En vistas de las instancias promovidas porvarios veterinarios civiles en súplica de que se les dispense el exceso de edadpara tomar parte en los ejercicios de oposición a plazas de oficiales tercerosdel Cuerpo de Veterinaria Militar, la cual se fijó en treinta años como máximumen las bases aprobadas por Real Orden de 1 de agosto último.(C.L.n
1
243), el Rey (Q.D.G.), y en su nombre laReina Regente del Reino, a tenido a bien disponer, que, en atención a lasexigencias de personal que puede ocasionar la actual campaña en la isla deCuba, se prorrogue la edad en el concurso próximo hasta los treinta y dos años,para los que hayan de servir en la Península y Ultramar, y hasta los treinta y cinco,para los que desde luego se comprometan a servir inmediatamente en el Ejércitode la mencionada isla de Cuba interin dure la insurrección. De Real Orden lodigo a V.E. para su conocimiento y demás efectos. Dios guarde a V.E. muchosaños. Azcárraga.
PorReal Orden de 11 de enero de 1896 se dispuso que a los 10 Escuadrones deCaballería nuevamente destinados a Cuba se les asignase, de plantilla, unveterinario segundo por Unidad, y por otra Real Orden del 18 del mismo mes deenero de 1896 se dispuso la urgente incorporación al propio Ejércitoultramarino de la isla de Cuba a varios veterinarios terceros, y en siguientesfechas y por otras Reales Ordenes fueron enviados otros.
El2 de febrero de este año de 1896 desembarcó como Capitán General de Cuba, donValeriano Weyler y Nicolau, marqués de Tenerife, el cual ya conocía lasituación de la isla y sus dificultades (enfermedades, cañaverales y el odio delos insurrectos), seis días después de su llegada preparó tres bandos sobredisciplina, aislamiento del enemigo y concentración de los campesinos,reorganizó la caballería y las columnas volantes por zonas. Al final de 1896contaba ya con 200.000 hombres, y había conseguido acabar con Maceo. Yaentonces quedó bien claro que sin la intervención de los Estados Unidos, Weylerhubiera pacificado Cuba.
Enel año 1898 siendo el Capitán General de la isla el general Blanco, el 15 defebrero del mismo, tiene lugar la voladura del Maine, y la guerra con EstadosUnidos es inevitable. Cuatro días después del hundimiento del Maine, elembajador norteamericano en Madrid, general Woodford, entrega una nota algobierno español: ofrece comprar Cuba por 300 millones de dólares, más unaimportante cantidad (otro millón) para los negociadores o la guerra.
Enrelación a los sorteos que se realizaban para Ultramar en los primeros meses de1895,por su valor histórico,copiamos la siguiente
resolución: “Dispuesto por Real Orden de 1 deabril que los jefes, oficiales y asimilados de todas las armas e institutos delEjército, durante las especiales circunstancias que atraviesa la isla de Cuba,vayan destinados allí en sus empleos efectivos, teniendo en cuenta que lospostergados pueden hallarse sirviendo en la Península y no hay razón para queen su respectiva clase dejen de prestar sus servicios en ultramar, se hadispuesto que no se les excluya de los sorteos para cubrir las plazas queresulten necesarias en la referida isla. “
Veterinariosmilitares en Cuba de 1895 a 1898:
Año 1895:
6 veterinarios 1
1
.
31 veterinarios 2
1
. Total 37.
Año 1896:
21 veterinarios 3
1
.
1 veterinario 1
1
.
1 veterinario 2
1
.
1 veterinario mayor. Total 24.
Año 1897:
2 veterinarios 3
1
.
1 veterinario 2
1
. Total 3.
Año 1898:
1 veterinario 1
1
.
1 veterinario 2
1
.
7 veterinarios 3
1
. Total 9.
Señalemosla existencia en la isla de malaria, fiebre amarilla, disentería y otrasenfermedades, que hacían que los enfermos llenaran los hospitales antes deiniciarse las operaciones militares, y por ello la Sanidad militar en Cuba seenfrentó a una logística imposible, debido a la alta incidencia de estosprocesos. Algún veterinario militar fue baja definitiva, y otros muchos lapadecieron. Las bajas en la última guerra colonial en Cuba, fueron: 58.000fallecidos por enfermedad y 16.000 inválidos evacuados de la isla como inútilestotales.
Epílogo:
Losmovimientos de independencia en nuestros territorios americanos, ya en 1820dieron lugar al nacimiento de repúblicas soberanas, que encontraron eco enCuba. Así, en la isla hay que recordar la rebelión del Aguila Negra (1830),luego la invasión de un grupo libertario dirigido por Narciso López desdeVenezuela.
Lastres etapas de la guerra de Cuba:
‑ La guerra de los diez años (1868‑1878).
‑ La guerra chiquita (1879).
‑ La guerra h‑americana (1898),consecuencia de la revolución dirigida por el citado José Martí en 1895, en quela intervención armada de los Estados Unidos hizo que concluyera el dominioespañol en Cuba tras el Tratado de Paz de París del 10 de diciembre de 1898,firmado por nuestra Comisión, que constaba de 17 artículos en total, siendosellado con 10 firmas, las cuales fueron el cierre de un imperio, el de España,y abrieron otro,en expansión, el de los Estados Unidos de América.
BIBLIOGRAFÍA
ALONSOJUANOLA, V., El armamento portátil español en la guerra de Cuba, publicación.VI Exposición de Miniaturas Militares. Madrid. 1976.
ANÓNIMO.”Noticias. Resoluciones de Guerra”. La Veterinaria Española, n
1
1050 (20‑12‑1‑ 1886) al1544 (10‑9‑1900), 1887‑1900.
ARCHIVOGENERAL MILITAR DE SEGOVIA. Expedientes de Veterinarios militares en Cuba: 1895‑1898.
MORÓNIZQUIERDO, S., Pueblo y Ejército, n
1
39 y 40,gráficas Ramón Sopena, S.A Barcelona, 1987‑1988.
PÉREZGARCÍA, J.M., La Veterinaria en el Ejército, publicación VII Exposición deminiaturas militares. Madrid, 1987.
PÉREZGARCÍA, J.M., Los veterinarios militares en el ejército de Cuba (1887‑1898).Aportación a la Historia del Cuerpo de Veterinaria Militar. Actas del IIICongreso de Historia Militar. Zaragoza. 1989.
PÉREZGARCÍA, J.M., El Cuerpo de Veterinaria Militar 1845‑1995. Efemérides deun largo recorrido. Ministerio de Defensa. Madrid. 1995.
SERRANOTOMÉ, V., Historia del Cuerpo de Veterinaria Militar. Imprenta Fareso. Madrid1971.