07 Mar La lucha contra las helmintosis ovinas en España: pasado y presente.
LALUCHA CONTRA LAS HELMINTOSIS OVINAS EN ESPAÑA: PASADO Y PRESENTE
Conferenciapronunciada por el Académico de Número
Excmo.Sr. D. José M
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Tarazona Vilas
29 deMarzo de 1995
Excmo.Sr. Presidente, Excmos. Sres. Académicos, queridos amigos.
He estado interesado durante muchosaños en el estudio de las parasitosis ovinas y en los medios para combatirlas.No extrañe pues que al escoger un tema que exponer en esta Academia hayaelegido el que va a ocuparnos.
A principios de los años 50, lalucha contra las helmintosis ovinas en nuestro país se limitaba, en el mejor delos casos, a la administración terapéutica de algún antiparasitario de losentonces utilizados cuando aparecía un brote de enfermedad. Frente a estepanorama, el empleo de antihelmínticos en la actualidad se ha generalizado yestá llegando a ser una práctica habitual del manejo.
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Cuáles han sido las causas de este cambio? Hecreido que tal vez sería interesante analizar los factores que, en mi opinión,han determinado la modificación de las conductas de ganaderos y de veterinariosen el transcurso de estos últimos 50 años.
I. Desarrollo de los antihelmínticos en la segunda mitad del siglo
El primer factor determinante hasido, sin duda, el desarrollo de la medicación antihelmíntica durante estosaños.
Al finalizar la década de los 40,los antihelmínticos de uso en los ovinos comprendían un escaso número demedicamentos, casi todos ellos de elevada toxicidad y con escaso márgenterapéutico. Tetracloruro de carbono y extracto etéreo de helecho macho seutilizaban como distomicidas, y sulfato de cobre, algunos compuestosarsenicales, nicotina y fenotiazina en las nematodosis y los tres primeros ykamala como cestodicidas. Con estas posibilidades terapéuticas, su uso se
limitabaal tratamiento de los animales afectados y nunca con fines profilácticos.
Mereceuna consideración especial la fenotiazina que por su menor toxicidad y buenmargen terapéutico permitió realizar ensayos entre animales parasitados,tratados y no tratados, que pusieron de manifiesto los perjuicios delparasitismo sobre la productividad.
Causas de la investigación de nuevosantihelmínticos.
Finalizadala II Guerra Mundial, se produjo en todos los países un aumento en la demandade alimentos de origen animal y como consecuencia del incremento en la densidaddel ganado en los locales de cría y en los pastos, se agravan los problemascausados por las parasitosis en general y en particular por las helmintosis, enlas que, independientemente de otras manifestaciones patógenas, se observa unasintomatología común en los siguientes aspectos: pérdida del apetito,disminución de la digestibilidad de los nutrientes, diarrea y pérdida de peso.Estas manifestaciones son muy marcadas en los casos clínicos de las helmintosis,pero se pusieron también de manifiesto cuando se estudiaron las infestacionessubclínicas, confirmando la necesidad de combatir este tipo de procesos a losque poco a poco se fueron achacando pérdidas económicas de la mayorimportancia, ofreciendo así a la industria químico-farmacéutica el alicientenecesario para iniciar investigaciones tendentes a cubrir el vacío existente debuenos y eficaces antihelmínticos.
Condiciones del antihelmíntico ideal
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Enla búsqueda de nuevos fármacos contra las helmintosis,
se han establecido una serie de condiciones quedebería cumplir un antihelmíntico ideal y que son las siguientes:
a) Eficacia, b) Espectro de acción, c) Seguridad, d)Márgen terapéutico, e) Facilidad de administración y f) Metabolización rápida.Teniendo presentes estas condiciones, se iniciaron las investigaciones demuevos antihelmínticos.
Normalización de las técnicas de valoraciónantihelmíntica
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Lasetapas de investigación de un antihelmíntico no son muy diferentes a las deinvestigación de cualquier otro tipo de fármaco.
Tras la síntesis química, deben seguir las pruebasorientativas de su actividad frente a helmintos y los estudios farmacológicos,farmacocinéticos y toxicológicos, antes de pasar a la valoración antihelmínticapropiamente dicha. Esta valoración de la actividad antihelmíntica de un fármacopresenta una serie de problemas. En primer lugar, la eficacia se determinamediante la comparación de las poblaciones de vermes que albergan dos gruposhospedadores, unos que reciben el fármaco y otros que actúan de testigos, ydichas poblaciones se ven influídas por factores tales como el plano denutrición, la situación inmunitaria, la dosis, la edad y resistencia de laslarvas infestivas, entre otros, dando lugar a una gran variabilidad ydispersión de las cargas de vermes en los animales utilizados en laspruebas.
Porotro lado, los métodos analíticos utilizados en la cuantificación de las cargasde vermes se ven asímismo sometidos a errores, debidos por una parte a la distribuciónheterogénea de vermes o huevos en las suspensiones sobre las que se determinany a la digestión en el contenido gastrointestinal de los vermes muertos por laacción del antihelmíntico.
Noparece extraño que los investigadores se preocuparan muy pronto por estudiareste problema y Hall y Foster establecieron ya en 1918 las condiciones de su”prueba critica” y Moskey y Harwood en 1941 las de la llamada”prueba controlada”, que siguen siendo en la actualidad los ensayosbásicos utilizados en la valoración de los antihelmínticos. En estos últimosaños la World Association for the Advancement of Veterinary Parasitology haestablecido los criterios denormalización a tener en cuenta en la valoración de antihelmínticos pararumiantes (1982), cerdos (1986), équidos (1988), perros y gatos (1994) y parala detección de resistencias a antihelmínticos en los nematodos (1992).
Cronología de la aparición de los nuevosantihelmínticos
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a. Nematodicidas
Hastalos últimos años de la década de los 50, los antihelmínticos desarrolladostuvieron escaso interés en la terapéutica de las nematodosis de los ovinos. Laactividad antihelmíntica de las sales de piperazina, del fluorurosódico y del phtalophyne tuvieron aplicación en otras especies comoéquidos, cerdos y perros. Sin ergo, a finales de esta década aparecen, poruna parte, los compuestos del ácido cianacético, espelmente laraa, cuya acad se masta sobre espes hasta entoncesprácamente tratanto tales como las de Dictyocaulus, losllamados “estrongilos pulmonares”, parásitas del álonquial devinos, ovinos y équidos. Por otra parte, se comienzan a utilizar comoantihelmínticos los compuestos organofosforados que venían usándose comoinsecticidas, demostrándose la excelente eficacia del fenclorfós, triclorfóny coumafós contra los tricostrongílidos y estrongílidosgastrointestinales de los rumiantes, pese a que su administración deberealizarse con cuidado y no está exenta de riesgo.
Enlos años 60 se producen espectaculares avances en la terapéuticaantihelmíntica. Algunos compuestos de befenio se muestran activos contradeterminados tricostrongílidos; la metiridina, muy aca frente aestas adultos y larvas de Ostertagia, Trichostrongylus, Cooperia yNematodirus, que además ofrece la particularidad de ser el primero de losantihelmínticos activo por las vías oral y parenteral, y el tiabendazol,el primero de la serie de los benzimidazoles, que junto a su elevada eficaciapresenta un buen margen terapéutico. Su utilización en el campo se extendió conrapidez, como consecuencia de los excelentes resultados obtenidos con su uso.
Sinergo, aparecen sucesivamente nuevos organofosforados como el haloxón(el menos tóxico) y el naftalofós, imidazotiazoles como el tetramisol,y el levamisol, el l-isomero al que d el primero su acciónantihelmíntica, suscepte de utilizarse parenteralmente y el pirantely el morantel, el segundo de ellos de menor toxicidad y que sigueutilizándose en los rumiantes, especialmente en dispositivos de lraciónretardada. Todos ellos son muy eficaces frente a los nematodosgastrointestinales de los ovinos. Los investigadores ponen a punto nuevosnzimidazoles sustituídos, parbendazol y cambendazol.
Enla década de los 70 prosigue la investigación de nuevosncimidazolessustituidos,scando ampliar la eficacia a especies de otros grupostaxonómicos y a estados larvarios parásitos, apareciendo sucesivamente el mebendazol,oxibendazol, fenbendazol, albendazol y oxfendazol,todos muy eficaces contra los nematodos y sus estados larvarios parásitos ycuya utilización ha sido y está muy extendida. Se añade a la serie unprnzimidazol, el tiofanato y otro imidazotiazol, el febantel.
Elamplio y reiterado uso de estos antihelmínticos en el campo conduce a laaparición de cepas de parásitos resistentes al medicamento o que presentanreacciones de resistencia cruzada a varios de estos fármacos y iga acontinuar las investigaciones para el hallazgo de nuevos compuestos que mantenganla eficacia necesaria. Un grupo nuevo, el de las lactonas macrocíclicassemisintéticas, que muestran una gran actividad a dosis muy pequeñas, seestudia con interés. Una avermectina, la ivermectina y una mimicina (milbemicina),muy eficaces contra los artrópodos parásitos y que presentan asímismo actividadfrente a los nematodos, aunque no contra helmintos planos, aparecen alfinalizar esta década y ya en los años 80 se comercializa la moxidectina.Por otra parte, el prnzimidazol netobimin, que presenta actividadfrente a nematodos, trematodos y cestodos y elnzimidazol dienbendazolson nuevas e importantes introducciones. La más reciente aportación es la doramectina,una nueva avermectina activa frente a tricostrongílidos, esofagostomas ytricuros en los rumiantes.
b. Trematodicidas
Alescaso, aunque eficaz, arsenal terapéutico existente contra los trematodos, seañaden, ya en en la década de los años 50, los compuestos halogenados hexacloroetano,hexaclorofeno, Freon-112 (difluorotetra-cloroetano) y Hetol(1,4-bis-triclorometil-benzol). Todos ellos son eficaces frente a las fasciolasadultas.
Losomosalanos hilomid y diafeno,son compuestos eo que aparecen en los años 60 y son los perosfasas que presentan ac