07 Mar D. Pedro Sotomayor, protector de la antigua escuela de Veterinaria de Madrid. Sus gestiones para reunir a dicho Centro Docente el Tribunal de Postalbeitarato
D. PEDRO SOTOMAYOR, PROTECTOR DE LAANTIGUA ESCUELA DE VETERINARIA DE MADRID. SUS GESTIONES P ARA REUNIR A DICHOCENTRO DOCENTE EL TRIBUNAL DELPROTOALBEITARATO
Dr.D. José Manuel Pérez García Académico de Número
8-Noviembre-2000
LaAlbeitería en España. Protoalbeiterato.
El Protoalbeiterato fue creado por la Pragmática de 13 deabril de 1500 de los Reyes Católicos, para examinar a los aspirantes aalbéitares, estuvo primero constituido por dos examinadores, a los que FelipeII añadió un tercero en 1592, nombrados entre albéitares y mariscalesprestigiosos, adscritos a las caballerizas reales y grandes cuad1’as de lanobleza, quienes sometían a pruebas a los aspirantes. Sus exámenes eran enpresencia de todos “no el uno sin el otro, estando juntos”. Las pruebasversaban oralmente sobre cuestiones de patología y terapéutica equinas y artede herrar. No era un Tribunal de excepción porque lo hubo para médicos, paraboticarios y para cirujanos, igual que en todos los gremios. Estuvo unidoíntimamente a la corte por medio de los influyentes albéitares de las realescaballerizas, también influenciado por los flujos y reflujos de la política deestado imperante en la contratación de tecnócratas extranjeros.
El Albeiterato, antes de la señalada Pragmática de los ReyesCatólicos que creó el Tribunal (preferentemente para control y expedición detítulos), ya tenía precedentes en el reino de Castilla y León, como prueba lacarta real de merced a favor de Francisco de Peñalosa (1475) y el nombramientode Juan Alonso de Valladolid (1476), como examinadores. La albeiteríahispano-árabe aportó en su época valiosos tratados sobre anatomía, medicina ycirugía de équidos, y poco a poco ampliaron su interés hacia otras especiesanimales.
Aunque no se conoce de ninguna institución dedicada a laenseñanza de la medicina animal hay que destacar la existencia de un buennúmero de albéitares con una buena formación humanística básica y con ampliosconocimientos de botánica aplicada a su especialidad.
La producción bibliográfica de los albéitares nos da aconocer su nivel de conocimientos, siendo esta de fácil comprensión y deutilidad para la enseñanza. Muchos de ellos alcanzaron varías ediciones.
De los autores más destacados en el siglo XVI destacamos aFrancisco de la Reyna, Pedro López de Zamora y Fernando Calvo. Nuestrouniversal Francisco de la Reyna fue el primero en hacer una obra original dealbeitería titulada Libro de Albeitería (1546) que alcm1zó gran número deediciones. En ella se puede destacar la alusión que el autor hace a lacirculación de la sangre, pudiendo ser el primero en mencionar este hecho. Diceen el último capítulo de su libro: “la sangre anda en torno y rueda portodos los miembros hasta el emperador del cuerpo, que es el corazón”.
La obra de Pedro López de Zamora Libro de Albeiteríapublicada en 1571, apoya la escrita por De la Reyna y nos ofrece algunas normassobre cría de caballo.
Fernando Calvo, de gran cultura clásica y esmerada formaciónveterinaria, nos legó su obra dividida en cuatro libros titulada Libro deAlbeitería en el cual se trata del caballo, mulo y jumento ( 1582), editadavanas veces.
El siglo XVII nos ha legado obras interesantes, como la deBaltasar Francisco Ramírez en 1629, que en su Discurso de Albeitería inicia lasnormas de reconocimiento de sanidad, por vez primera en las publicaciones deaquella época.
Miguel de Paracuellos, vecino de la villa de Cariñena,escribió en 1658 Libro de Albeitería. En ella aconseja por vez primera laexploración y examen del pulso de la arteria maxilar externa. En su segundaedición, incorpora el arte de herrar.
Martín Arredondo, considerado como el albéitar más culto deeste siglo publicó en 1658 Recopilación de albeitería sacada de varios autores,y el primer formulario de terapéutica veterinaria en castellano. Posteriormentepublicó un segundo libro que tituló Tratado segundo. Flores de Albeitería,sacado de varios autores (1661), dedicando su capítulo XXIX, a las Heridas deArcabuz y su cura, siendo el primer autor que se ocupa de las mismas, señalando”me he determinado escribir de ellas, para los que asisten en la guerra yejércitos, no se hallen nuevos en la curación”. Todos sus escritos estánimpregnados de un contenido filosófico.
Pedro García Conde, en su obra Verdadera Albeitería (1685),hace una clasificación de las enfermedades dedicando un capítulo a la anatomíadel caballo. Su obra es de las más notables. Tuvo tres ediciones.
Miguel Nicolás Ambrós, ejerció en Zaragoza donde editó en1686 su obra Breve paráfrasis de Albeitería. Trata en ella del conocimiento delas orinas y de su generación.
Referente al siglo XVIII, el historiador veterinario D.Cesáreo Sanz Egaña, escribió que al inicio del mismo, la albeitería triunfaba yque al nacer en sus últimos años la enseñanza de la Veterinaria, destruye losprivilegios y entierra la obra cultural de los albéitares.
En este siglo destacan Fernando de Sande y Lago, queescribió Compendio de Albeitería (1717), obra que estructura en base a suformación y cultura naturalista. A Sande se le ha considerado como uno de losgrandes renovadores de la ciencia de nuestro país.
Francisco García Cabero llegó a examinador del Tribunal delProtoalbeiterato, máximo titulo que un albéitar podía alcanzar en aquellostiempos. Con su obra Instituciones de Albeitería (1740), alcanzó fama en labibliografía veterinaria. Cabero tenía una pluma precisa y un lenguaje de fácilcomprensión, con brillante estilo.
Domingo Royo, del reino de Aragón, fue maestro albéitar degran experiencia práctica y un gran clínico. Publicó en 1734 su libro Llave deAlbeitería, en el cual trata de la transformación de la sangre, considerándoseun precursor en el empleo de esta técnica.
Salvador Montó y Roca, del Reino de Valencia, autor deSanidad del caballo y otros animales sujetos al arte de albeitería (1742), esel primero en escribir de exterior, del reconocimiento clínico y de lo que seconstituiría al correr del tiempo, la veterinaria legal.
Los mariscales (albéitares del ejército) Alonso y FranciscoRus García publicaron la obra Guía veterinaria original en los años finales delsiglo XVIII, en cuatro tomos, y distintas fechas, tomo I (1786), II (1788), III(1791) y el IV (1792). Todos se reimprimieron varias veces.
Aportaron a la cultura veterinaria nuevas ideas y hechos,representando el transito entre la Albeitería fruto de la observación y laVeterinaria basada en la experiencia. Reflejan en esta obra los avances ycambios significativos de la ciencia veterinaria mundial de la época,consecuencia sobre todo de la fundación de las Escuelas de Veterinariafrancesas, que incluye temas referente al caballo, así: Exterior, Anatomíadescriptiva (tomo III), que es el primer ensayo científico de anatomíaveterinaria publicado en español, prácticas de autopsias y disecciones.Patología enriquecida con casos prácticos e historias clínicas recogidas en suejercicio profesional y también instrucciones para los remontistas.
La importancia de estos libros de Albeitería quedóreconocida igualmente en los Estatutos y Ordenanzas para los Colegios deCirujanos de Barcelona y en todo el Principado de Cataluña para el Ejército,fundado en 1760, y Cádiz para la Armada que lo había sido en 1748, filmados porel rey Carlos III en Aranjuez el 12 de junio de 1764, los cuales en el tituloII dedicado a las Obligaciones de los Profesores o Maestros de Cirugía de losReales Colegios.
Suartículo I comienza así:
“Loscinco maestros de Cirugía de estos Colegios, y los demás que acaso con eltiempo convenga aumentar, o existan actualmente, han de dar todos los años unCurso completo de Cirugía en Idioma Español, los cuales se repartirán a cadauno del modo que se hallase por más conveniente, los que serán señalados por elDirector, o Vice-Presidente, dando el primer Cirujano del Rey parte de lo que acada uno se le señalare”.
Suartículo XXVIII, dice:
“Loslibros de Albeitería antiguos, que se publicaron en Español, contienendescubrimientos importantes a la Cirugía tomados de los Orientales; y por estacausa será del cargo del Bibliotecario hacerlos adquirir y comprar para laBiblioteca del Colegio, formando una colección de ellos”.
El Colegio de Cirugía de San Carlos de Madrid fue creado poruna Real Cédula de 1780, pero no fue inaugurado su primer curso hasta el día 1de octubre de 1787, año en que por Real Cédula, se aprobaron sus Ordenanzas,que en la Parte Quinta, entre las Dependencias que se reglamentan, figura laBiblioteca, para la cual se señala, que:
“Se colocará en pieza capaz, de buenas luces y adornoserio y cuyos libros serán principalmente los de Cirugía, Medicina, Anatomíahumana y Veterinaria, ciencias naturales que ayudan a su estudio, y aquellosque sirven para inteligencia de unos y otros, como diccionarios, etc. Se añadeque para encontrar fácilmente los libros habrá un índice alfabético de losapellidos de los autores y expresión del estante y número donde esté colocadocada uno”.
El contenido de este apartado, igualmente es un honor paralas obras de Albeitería, como hemos señalado para los Colegios de Cádiz y Barcelona.
La Centralización Borbónica y la Albeitería
LasReformas de la administración que se llevaron a cabo, con los Borbones, llegótambién a la compleja organización de la albeitería.
Se hace la reorganización de los Protoalbeiteratos deCataluña, Aragón, Valencia y Navarra, responsabilizando de la misma, alprotoalbéitar (figura ya existente), con iguales facultades que la de losexaminadores de Castilla. Los protoalbéitares, antes de las reformas, se lesredujeron su autoridad y campos de acción, en donde había que respetar losprivilegios de algunos gremios de albéitares y herradores. Con la nueva reformade la administración se eliminaron estas ventajas, lo que les facilitó a losprotoalbéitares el poder ejercer su plena autoridad. Quedó por ello eliminadola unión entre el gremio y el protoalbeiterato.
Una vez que fueron centralizados los distintosprotoalbeiteratos quedaron absorbidos por el Tribunal del Protoalbeiterato deCastilla y la Escuela de Veterinaria. Se incrementó el número de Subdelegacionesde Veterinaria por todo el territorio nacional, que fueron ocupados porveterinarios y en su defecto albéitares.
Creacióndel Real Colegio-Escuela de Veterinaria de Madrid.
Las primeras gestiones para la creación de la enseñanzaveterinaria en España, las inició el Rey Carlos III, enviando pensionados a laEscuela de Veterinaria de Alfort (París).
Así, por R.O. de 5-11-1776 envió a Bernardo Rodríguez,mariscal de las Reales Caballerizas para estudiar la carrera de veterinaria, yaños después en 1784, fueron pensionados al mismo centro francés los mariscalesmayores (albéitares militares), Segismundo Malats e Hipólito Estévez, de losRegimientos de Dragones de Lusitania y Almansa, a verificar iguales estudios,durante más de tres años, obteniendo varios premios por su aplicación.
El rey los envió a continuación a Alemania, Dinamarca,Inglaterra e Italia para ampliar estudios sobre Cría de caballos y demásanimales domésticos, así como Economía rural, durante casi dos años. Regresarona principios del año 1789.
Carlos III por R.O. de 7 de septiembre de 1788 ordenó seestableciese en Madrid una Escuela para la Enseñanza de la Veterinaria quellevó a efecto su hijo Carlos IV, fundándola el 23 de febrero de 1792 querecibió el nombre de Real Colegio-Escuela de Veterinaria, siendo nombrados el15 de mayo de este año Segismundo Malats, Director, y Subdirector, HipólitoEstévez, quienes se encargaron de su organización.
Fueron protectores del nuevo Centro el Teniente General,Inspector de Dragones príncipe de Monforte y el conde de la Cañada,sustituyendo a este D. Domingo Codina, consejero de Castilla; y también elconde de Cifuente, quienes no dispusieron de las facultades, que tenía elprimer director, y ni quisieron imniscuirse en el desarrollo de la enseñanza, acargo del director. Así mismo respetaron las Ordenanzas provisionales con lasque se inauguró la Escuela, que quedaron eliminados, por el protector D. Fé1ixColón que hizo las primeras ordenanzas de la misma, aprobadas por el rey, el 13de septiembre de 1800.
PugnaReal Colegio / Escuela Veterinaria-Protoalbeiterato.
Desde que la Escuela inició sus actividades surgió elenfrentamiento con el Protoalbeiterato al intentarse la absorción de este porel nuevo Centro, planteándose en 1794. En este mismo año se reforma el Tribunaldel Protoalbeiterato, que aumentó el número de examinadores, y en base a estasreformas ingresó Hipólito Estévez como Protoalbéitar .
A Malats la historia le ha responsabilizado culpable de norealizarse esta incorporación a la misma y así su supresión, dados sus cargosde director de la Escuela y de ser a la vez Alcalde examinador del Tribunal delProtoalbeiterato.
Aquí comenzó la larga marcha de la nueva profesiónveterinaria hacia su liberación y consolidación, hasta que se lograra lasupresión del Protoalbeiterato, al cabo de muchos años a partir del R.D. de 19de agosto de 1847.
La guerra de la Independencia supuso en la sociedad españolauna alteración en la vida y convivencia a todos los niveles, repercutió tambiénen la enseñanza, y su director Malats, que en 1 de diciembre de 1808 fuereintegrado a la misma por el entonces protector D. Ramón de Villalba, y seencargó durante nueve meses, de la protección con carácter interino, de 23 defebrero de 1809 a 2 de septiembre de 1809.
Los profesores de la Escuela, dieron un significado paso alintentar la supresión del Tribunal del Protoalbeiterato, y con la idea depotenciar el mejoramiento de la enseñanza y ciencia veterinaria, pasándose enel año 1818 a informe de la enseñanza de la Escuela, y en base a las respuestasdel resto del profesorado, contesta de forma prudente y realista, admitiendo ladificultad de existir una sola Escuela de Veterinaria para recibir a todos losaspirantes a estos estudios, proponiendo la mejora en la enseñanza en elTribunal de Castilla y en el de Aragón, y que se reúna en la Escuela comoocurre con el Protomedicato, el Protocirujanato y el Proto-Farmaceuticato, elTribunal y que los examinadores sean los profesores, y como ocurre en ellos, severifiquen dos exámenes (ejercicios), uno teórico y otro práctico, y no solo elteórico como ocurre en el Protoalbeiterato.
También el segundo director, informa de los posiblesinconvenientes de la solicitada reunión, y recuerda las gestiones verificadaspor el protector D. Félix Colón: la 1 a, que en el año 1795, el rey Carlos IV,ordenó que estuviesen separados, y 2a, que desde que los Reyes Católicos,crearon el Real Tribunal del Protoalbeiterato, sólo el citado D. Félix Colón,ha sido quien intentó darle mayor perfección, y para ello propuso al rey, lareunión de ambas instituciones (Tribunal y Escuela), suprimir las plazas deprotoalbéitares de la Corona de Aragón, y quedándose en la clase desubdelegados, con un sueldo competente, para aumentar los fondos delEstablecimiento y que se creara, a semejanza de otros establecimientos, unaJunta Superior Gubernativa de Veterinaria.
Pero Carlos IV, promulgó otro decreto, señalando igualmentecontinuaran separados dichos establecimientos. Debemos preguntarnos ¿Quiéninfluyó en S.M., para ordenar estos decretos’? Creemos no es fácil larespuesta, dados los intereses creados y la complicada y compleja organizaciónde la albeitería. A continuación transcribimos un documento inédito, de fecha 26de junio de 1823, que por su valor histórico se copia integro respetando sugrafía y ortografía, dice:
“Ministerio del Interior.
Excmo. Señor.
Con esta fecha digo a D. Segismundo Malats lo que sigue.
La regencia del Reino durante la cautividad del Rey N.S.enterada de la exposición de V. en que solicita se le reponga en el destino deDirector de la RI. Escuela Veterinaria; ha resuelto que se establezca dichoEstablecimiento en los mismos términos y con los mismos Directores que tenía en7 de marzo de 1820 antes de obligar al Rey N.S. a jurar la Constitución, sinperjuicio de la purificación oportuna a cuyas reglas quedan sujetos,continuando la Junta como en la propia fecha lo hacia y el Inspector general deCaballería de Protector de dicho Establecimiento. Lo comunico a Ud. De orden deSAS. para su inteligencia y cumplimiento.
y lo traslado a V .E. de al misma orden para los efectosconvenientes. Dios que a V.E. MS. as. Palacio 26 de junio de 1823. JosefAznares. Rubricado. Sr. Seco de Estado y del Despacho de la Guerra.”
Este documento, va acompañado de la nota siguiente(inédita), que también se copia:
“Mode Ga. E.S. El Sr. Secretario de Estado, y del Despacho del Interior con fechade 26 del corte me dice lo que sigue: Copia del oficio de la Seco de Estado delIntor sobre nombramiento y reposición de Director de la RI Escuela Veterinaria.
Loque de Orden de S.A.S traslado a V.E. para los efectos convenientes en elMinistro de su cargo. Dios, etc. Palo 30 de junio de 1823.
Trasladoal Inspr Genl inf de Caballería para su inteligencia y efectosconvenientes.”
El Sr. Dn. Pedro de Sotomayor Inspector General deCaballería, y Protector de la Real Escuela de Veterinaria, envió con fecha 22de septiembre de 1823, a los catedráticos y profesores de esta un oficio,preguntándoles, sobre los defectos del plan de estudios de la Ordenanza vigentede 1800 que había formado su antecesor D. Félix Colón, y las mejoras queconsiderasen se podían hacer. Los componentes del cuadro docente que lecontestaron fueron: D. Antonio Bobadilla, el 25-9-1823; D. Damián Oliver, el27-9-1823; D. Francisco Puente, el 26-9-1823; D. Tomás Schwart, el 1-10-1823;D. Francisco Pérez, el 5-1-1824; quien al no quedar satisfecho el Protector consu primera contestación, le solicitó otra, sobre los defectos y mejoras delplan de estudios y de la Ordenanza, que se la remitió en la fecha de 15 deenero de 1824.
El protector D. Pedro de Sotomayor, una vez que recibió lascontestaciones de los profesores de la Escuela, a las cuestiones que se haseñalado, les solicitó, envió a la Superioridad el siguiente escrito, de graninterés documental e histórico, que se transcribe, con carácter inédito, con sugrafía y ortografía, originales.
Este es su texto: “Proton de la RI Escuela Veterinaria.Excmo. Sr. Uno de mis primeros cuidados al encargarme de la Protección de la RIEscuela Veterinaria, fue la investigación del método Escolástico que se seguía,porque ni era dable adelantar sin este 1er paso en ningún otro, ni menos eraposible tampoco que progresasen los Alumnos en una ciencia tan útil a laprosperidad general.
Para llegar pues al término de este objeto, no encontré otrocamino que seguir, que el de la Ordenanza aprobada en 13 de Sete de 1800 parael gobierno del Colegio.
Por ella se previene que se enseñe por la obra del lerDirector D. Segismundo Malats, y aun se fija y determina para la instrucción elplan de Estudios que detalla, pero habiendo manifestado después la experienciaa mis antecesores los defectos y en-ores de este sistema, tubo que sufrir conel tiempo diferentes innovaciones, que según los antecedentes que tengo a lavista fueron dictadas mas bien por necesidad que por prevención, y he aquí elorigen de haberse entablado repetidas
consultassolicitándose como necesaria la variación del plan de enseñanza.
El Teniente General D. Félix Colón, lleno de un celoardiente a favor del Establecimiento, fue el primero que rompió el silencio enasunto tan delicado. Repitió sus clamores para precaver los vicios a queinducía el plan establecido; y ejecutándolo en fin en 31 de julio de 1804,acompañó diferentes informes de Profesores acreditados que exponiendorespectivamente las inexactitudes y en-ores groseros de la obra de Malats, dana conocer aun a los menos instruidos la imperiosa necesidad de retraer a losAlumnos de su doctrina, para ponerlo en el verdadero camino de la enseñanza.
El deber de mi destino me impone la precisión de llamar lasuperior atención de V .E. sobre estos importantes documentos, por que en ellosse encierra todo el material necesario para la probanza de lo que quedaexpuesto. Son dignos de una meditación profunda: Son documentos que destruyentoda parcialidad y prevención; y si bien el general trastorno que han padecidolos papeles, no me ha puesto en las manos la resolución final de S.M. a tanimportantes representaciones, al menos podré asegurar a V .E. que fundadosindudablemente mis antecesores en la RI. Orden de 25 de Nove de 1805, y guiadospor las luces de sujetos experimentados en la facultad consintieron en el planescolástico de la ordenanza algunas alteraciones, siendo las mas sustancialesde ellas la de haber clases por las tardes: que el curso de anatomíaprincipiara en abril en vez de hacerse en octubre, y finalmente, que seenseñaran las materias por Cuadernos manuscritos formados por los mismosProfesores en sus respectivas asignaturas.
De esta manera pues es como ha seguido la RI. EscuelaVeterinaria de muchos años acá la enseñanza de esta ciencia importante, si seexceptúa el tratado de Anatomía que nuevamente compuesto por D. AntonioBobadilla se imprimió y aprobó por S.M. en el anterior gobierno, para quesirviera de texto en el Establecimiento; más como la instrucción bajo esteaislamiento de principios, no puede reputarse un cuerpo regular de doctrina, yaunque pudiera serlo, está repugnado por Malats por el particular interés quele produce el rápido despacho de su obra, resulta en consecuencia que la Rl.Escuela Veterinaria no tiene en el día sistema fijo de enseñanza: que los adelantamientosse ven paralizados por desgracia, y que por no retrogradar en los progresoshechos en esta utilísima ciencia, tampoco puede ni conviene volver al giroEscolástico de la ordenanza, por que aunque sostenido fuertemente por Malats,los demás profesores lo impugnan por sus defectos y aun proponen como vera V.E. por sus oficios un nuevo plan de estudios, confiados en que habrá por sumedio mejores y más rápidos adelantamientos. En este concepto los pasooriginales a V .E. con la obra entera de Malats, Cuadernos manuscritos, yTratado Anatómico de Bobadilla; y espero que al mismo tiempo de elevarlos aS.M. se sirva inclinar también su RI. ánimo, a que pasándose todos estosdocumentos a censura previa de la Junta de Profesores del Colegio de Sn. Carlos,ó a la Veterinaria misma de París, se fije y determine definitivamente el plande enseñanza que convenga mas seguir para la completa y sólida instrucción delos Alumnos que es el objeto que me propongo.
Como los Profesores en sus oficios indicandetenidamente los defectos y vicios del plan Escolástico de la Ordenanza, meabstendré por mi parte de reproducirlos; pero no puedo prescindir de manifestara V .E. como lo hago, que falto de método como lo esta en el orden ydistribución de las materias, indispensablemente se trastornan las ideas de losdiscípulos conduciéndolos a un camino tortuoso y perjudicial a su verdaderainstrucción. Por otra parte el reparto de las horas de estudio esimpracticable, y por ultimo ni los Profesores ni los Alumnos están conformes enque se enseñe por la obra de Malats, porque sobre ser de una doctrinaantiguada, se halla falta también de muchas noticias y descubrimientosutilísimos que ha tenido después de su publicación la ciencia Veterinaria. Porconsiguiente si fundados los censores en estos principios desaprobasen la obrade Malats, y tuviesen por mejores los Cuadernos manuscritos, creo convendríafiar su redacción a una Junta de Profesores inteligentes, y que haciéndoseimprimir inmediatamente, su resultado, se formalizase un Cuerpo de doctrinacapaz de consolidar en este Colegio la enseñanza y los adelantamientos. Estaimpresión podría hacerse adelantándose por Tesorería Mayor la cantidadsuficiente, que después se reintegraría con el producto de la venta de la mismaobra; y si S.M. se dignase aprobar en su caso este pensamiento, se pondrá desdeluego en ejecución con las ordenes que reciba, quedando en la confianza de queconstando a V .E. los grandes apuros en que se halla la Veterinaria por laabsoluta falta de sus fondos, no dejara tampoco de solicitar de la piedad delRey la confirmación de la gracia del uno por ciento de los propios y arbitriosdel Reino que tiene concedida para sus atenciones y gastos, pues que sin esteauxilio es imposible que el Establecimiento prospere ni que se fomente. Estaocasión me hace aprovechar también la de reproducir a V .E. lo útil y ventajosaque seria a la Escuela de Veterinaria, la reunión del Proto Albeiterato, que nopuede ofrecer otro obstáculo que la oposición de los actuales Proto Albéitaresinteresados naturalmente en no dejar perder los grandes productos que les dejanlos Examinados. Sin embargo, esta reunión no es ya un problema: esta probadacon hechos la conveniencia positiva y de las ventajas que produciría en biendel Establecimiento, hay formados por mis antecesores grandes expedientes quedeben existir.
No puede dudarse Sr. Excmo., que si ingresaranen los fondos del Colegio las cuantiosas sumas que se recaudan anualmente poreste concepto, no tan solo podría atender a muchos gastos de conocida publicautilidad, sino que además lograría ver enriquecido su Gabinete, aumentada debuenas obras su Biblioteca, y aun dotadas algunas mas cátedras si erannecesarias para los adelantamientos. Estas mismas razones fueron las que motivaronen la medicina humana la reunión del antiguo Tribunal del Proto Medicato, y nose concibe razón alguna de utilidad para que el del Albeiterato, cuyo objetorespectivo es el mismo, subsista construido todavía bajo un pie de aislamientoque prescindiendo de otros graves inconvenientes á nada conduce sino aenriquecer un corto numero de personas.
Por lo tanto, ruego a V .E. se sirva impetrar deS.M. la reunión propuesta del Proto Albeiterato a la Escuela Veterinaria, y queal mismo tiempo de dignarse declarar a los Directores y Profesores de dichoColegio, Alcaldes examinadores en todos los ramos de Albeitería que ahora tienesobre si el citado Tribunal, se les autorice para despachar por si (bajo elnombre de Junta Gubernativa de Veterinaria) todos los negocios relativos a lapropagación, progresos y adelantos de aquella ciencia. Convendría también quepor los derechos de examen, se fijase únicamente a cada uno de dichosexaminadores la cantidad de 20 rs. von. pagaderos de los depósitos que hacenlos que obtienen titulo de Albéitares, Castradores y herradores: de este modoel sobrante ingresaría en el Arca de Caudales de la Escuela Veterinaria, y alfin de año o antes si la necesidad lo exigiese, podría disponerse de él, yaestableciendo Cátedras Subalternas en las Provincias, ya atendiendo al pago defacultativos en las epidemias de ganados que por desgracia son tan frecuentes,o invirtiéndolo en otros objetos no menos necesarios: De lo contrario nada omuy poco adelantara esta facultad tan interesante al bien general y perpetradoel desorden y los abusos, gemirán los Pueblos al poner sus ganados en manos deignorantes que lejos de conservarlos, se los destruyen por, su impericia eincapacidad.
Creo pues haber manifestado a V .E. cuanto puedeconducir al bien del Estado con la reunión propuesta del Proto Albeiterato; ysi S.M. a quien ruego a V .E. se sirva enterar de este asunto, tuviese a bienaprobarla como me lo prometo, los resultados corresponderán bien pronto alobjeto de sus piadosos deseos, y nada habrá que desear para que la facultad dela Albeitería prospere y se difunda por el Reino con las ventajas y utilidadesque lo exigen el bien general del Publico y el del Estado.
Dios que a V .E. ms as. Madrid 30 de enero de 1824.
Excmo.Sr. Pedro de Sotomayor. Rubricado. Excmo. Sr. Srio. del Despo de laGuerra.”