Apuntes al protocolo

Apuntes al protocolo

 

Excmo. Sr. D Julio Olías Pleite

 

3 de diciembre de 2008

 

 

 

 

Excmo. Sr. Presidente

Excmo. Sres. Académicos

Ilmos. Sres.

Damas y caballeros.

 

El devenir diario de las Instituciones y nuestra Real Academia se incluye en ellas, requiere como norma de convivencia, un sistema o mecanismo que ha venido en denominarse PROTOCOLO.

 

Cualquier modesto diccionario les diría que PROTOCOLO es   “Una serie ordenada de escrituras, métricas y otros documentos que un notario o escribano, autoriza y custodia”.

Otra acepción sería”: Acta o conjunto de actas de un acuerdo, conferencia o congreso diplomático.

 

            Estas dos definiciones, en el convivir diario de una Institución, suponen en la más llana de las definiciones, las normas que nos hemos dado los vivientes para que, en el seno de un reglamento, sepamos donde estamos cada uno, cual es nuestro lugar, como debemos tratar y ser tratados y algo, en fin, que no dañando a nadie, defina el dónde, cuándo, y cómo de las más elementales relaciones.

 

            Es sobradamente conocido por todos, que en los albores de nuestro Siglo, el tu, ha sustituido al V.D; el patronímico ha sido sustituido por un apelativo (en algunos casos hasta cariñoso) y que TABLA RASA, aquí vamos siendo iguales (y unos más iguales que otros).

 

            No es ningún secreto, que para la mayoría de VV. EE., se ha ido degradando el trato personal y que “aquello” que en nuestra infancia, como señal y conocimiento de respeto, llamábamos REGLAS DE URBANIDAD y que se nos incluía en ingreso, primero o segundo de nuestros estudios de Bachillerato (que en Paz Descansen), ha degenerado de tal forma que prácticamente ninguno somos capaces de reconocer.

 

            Todo ello, mezclado y unido a la pobreza de lenguaje de nuestras jóvenes generaciones, hace que “ellos” se arreglen con veinte-treinta palabras (¡con la riqueza de nuestro idioma, Dios mío ¡) las más abundantes de las cuales sean v,g. <>.

 

            ¿Cómo se han tenido que defender las instituciones? Pues simple y llanamente,  aunque no tan simple, acordando normas, lenguaje, preferencias, etiquetas y un montón de etc, etc. Que viene siendo si V.V.E.E. nos lo permiten, preocupación diaria que va desde como debe montarse una mesa presidencial, a cual es el tratamiento de todas y cada una de las personas, en función de sus cargos, títulos, categorías, otra vez etc. etc. , pasando por si los cubiertos  de tal especialidad se colocan a la derecha o la izquierda, o como debe ser el PROTOCOLO en algo tan pedestre como el Foot. Ball  o una corrida de Toros, que no se asusten VV. EE., ya veremos que tienen sus normas, lo que hemos llamado desde el principio PROTOCOLO.

 

            Los NO VERSADOS  en la materia, piensan que los encargados o jefes de PROTOCOLO, no son más que personas divertidas  o poco consecuentes, que se pasan las jornadas: de – vino español – en copa de licor, eligiendo los atuendos adecuados o preocupándose de que en tal o cual acontecimiento mundano sean “invitados” los “niños bien” del momento, o que cada participante, lleve en la fiesta adecuada, el disfraz  “más a tono”.  Y eso, Excmos. Sres.  NO ES PROTOCOLO y solo es la actividad que se ha “puesto de moda” con personas sin formación, de pocos escrúpulos y muy  “guays” tal cual alguna señora de apellido extranjerizante de nuestros días, que a cuenta de sus “dotes de organización”  rinden un servicio a la podrida sociedad en la que viven y de la que obtienen unos pingüe beneficios, que para sí quisieran muchos de los presentes.

 

            Tranquilizado nuestro espíritu, encuadremos etimológicamente el termino Protocolo. Tiene origen latino, y proviene del vocablo PROTOCOLLUM que asimismo se entronca con la afección griega PROTOKOLLUM, referida a la <>.   

           

El prefijo PROTO, supone primacía, preeminencia o categoría superior.

 

            De lo que a lo largo de muchos, muchos años, he aprendido del Excmo. Sr. Dr. Tomás Pérez García, me fuerzo a buscar la definición del término en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua: “Regla ceremonial  diplomática o palatina, establecida por decreto o costumbre”. 

 

            Es posible que el PROTOCOLO, se remonte en su aparición, al momento en que un grupo de individuos se vieron forzados a convivir y relacionarse entre si.

           

Según Fernando Fernández que fue (no se si sigue en el cargo) Director de Relaciones Públicas y Protocolo de RTVE. ; hay tres partes en el Protocolo de las personas y dos símbolos: ORDEN, LUGAR y TRATAMIENTO.

           

Estos Tres hechos se regulan por R.D de 1983 sobre ORDENACIÓN DE AUTORIDADES DEL ESTADO. Hasta ese momento,  existió un vacío en lo referente a la regulación del orden de precedencia y presidencia de los actos oficiales.

 

            Este vacío que propiciaba en algunos momentos un caos en los actos oficiales, provenía de la única normativa existente desde 1968, con el nombre de PRECEDENCIAS Y ORDENACIÓN DE AUTORIDADES Y CORPORACIONES; normativa por otra parte, que a los niveles de nuestro año, ha quedado obsoleta en muchos aspectos, entre los que cabe mencionar las Autonomías y sus atrocidades y Autoridades.

 

            Decíamos hace unos instantes que hay tres puntos fundamentales en el PROTOCOLO, a saber: ORDEN, LUGAR Y TRATAMIENTO.

            El primero, ORDEN, determina que una persona preceda a otras, sin lo cual los actos resultarían caóticos. No obstante  esta normativa debe ser consensuada lo más posible, dado que pueden estar presentes varias personas con la misma categoría y prestigio, cuando el lugar a emplear (la silla) es única.

 

El segundo, LUGAR, es el espacio en el cual se sitúa la autoridad o el símbolo.

 

            Finalmente el TRATAMIENTO, debe diferenciarse en cada persona  como señal de respeto y en reconocimiento al cargo que ostenta, título nobiliario que posea o condecoraciones de alto rango que le fueron otorgadas.

 

            Una vez aclarada la esencia del Protocolo, hay una serie de hechos que acompañan a las actuaciones protocolarias, cual puede ser el CEREMONIAL, la ETIQUETA o las  REGLAS DE CORTESÍA (que empiezan a estar en desuso, desafortunadamente) que unidas a la norma DECRETADA, completan el lucimiento de un acto, en el que, por muy experto que pueda ser el JEFE DE PROTOCOLO, siempre, o casi,  se termina dañado el prestigio, personalidad, honores conquistados etc. etc. de  alguno de los asistentes.

 

            Alrededor de ésta actividad, se han hecho definiciones, casi siempre acertadas, dos de las cuales les apuntamos a continuación.

 

<LA PLÁSTICA DEL PODER>>

            Jordi Pujol (Presidente de la Generalidad de Cataluña).

 

<>

            José Antonio de Urbina (Embajador de España).

 

            El PROTOCOLO, como patrón del CEREMONIAL, ha tenido múltiples variantes,  ligadas  a regiones, reinos o personas. Tal complicación terminó unificándose en la Constitución de 1.978 y que con posterioridad fue desarrollado en el R. D. 2099/83 que regula el ORDENAMIENTO GENERAL DE PRECEDENCIAS EN EL ESTADO.

 

            Siguiendo a Fernando Fernández y como confirmación de la diversidad de “PROTOCOLOS” en épocas y personas, anotemos como curioso documento lo que sigue:

 

            MONARQUIA VISIGÓTICA Y ASTURIANA.- los reyes eran ungidos y coronados

 

            MONARQUIA NAVARRA.- Los monarcas eran alzados sobre un escudo

 

            MONARQUIA LEONESA.- Procesión desde el castillo a la Catedral. Juraban de rodillas ante el prelado. El oficiante investía al rey con: Espada, anillo, cetro, báculo y manto.

 

            MONARQUIA CASTELLANA.- la proclamación era ante el pueblo.

 

            En éstos momentos en España se sigue la tradición castellana. Los monarcas son proclamados en las Cortes Generales, dado que la representación de la Soberanía, es el pueblo. (Art. 61de la Constitución)

 

            Como “lo primero, siempre ha sido antes”, centrémonos en la genealogía de nuestra monarquía, para luego y en su momento, hablar del PROTOCOLO de la Casa Real y de la Casa del Rey, que como todos saben, semánticamente son cosas distintas.

 

            La familia Borbón, de origen francés, reinó en tiempos en Francia y otros estados europeos. Su nombre lo toma del castillo de Bourbon, localizado en el centro de Francia, siendo sus orígenes una familia feudal que en el S. XIII emparentó con los Capetos, obteniendo el título ducal en 1.327.

 

            Según Fernando Fernández, en su CEREMONIAL y PROTOCOLO, Beatriz de Borbón casóse con Roberto de Clemont, hijo de Luis IX de Francia. De ésta nueva rama de sangre real, nacieran las colaterales de Borbón- La Marche; Borbón – Montpensier (desaparecieron en el S. XVI), Borbón- Busset (aún existe) y Borbón-Véndome. De ésta última rama, se derivaría la Borbón-Condé que subió al trono de Francia con Enrique IV (1.589) con los sucesivos Luis XIII, Luis XIV, XV, XVI (todos Luises) reinando hasta 1.792, recuperando el trono tras la caída del Napoleón, con Luis XVIII y Carlos X.

 

            Los Borbones llegan a España en 1.700 cuando en el testamento de Carlos II el Hechizado, que muere sin descendencia, se nombra a Felipe, DUQUE DE ANJOU: heredero del difunto, a pesar de que las monarquías europeas no reconocieron los hechos hasta el Tratado de Utrecht.

 

            De nuestros cercanos días (de la cronología de las casas de Austria, Borbón, Bonaparte y otra vez Borbón, son VV. SS. sobradamente conocedores) digamos que tras la PRIMERA REPUBLICA (1873 – 74) se restaura la monarquía, en la persona de Alfonso XII (1.874-1.885) sigue el  XIII de los Alfonsos  Borbones (1886-1931); se continúa con la SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1939) continúa con la jefatura de Francisco Franco (1939-1973) volviendo la Casa de Borbón con D. Juan Carlos I ( nuestro actual monarca.- q. D.  G) y sigue en nuestros días, siendo hijo de D. Juan de Borbón y Batemberg y D. ª María de las Mercedes de Borbón –Orleáns, princesa de las Dos Sicílias, Condes de Barcelona y a efectos de nuestro PROTOCOLO, con tratamiento  de Altezas Reales.

 

            Siempre que se habla de PROTOCOLO, vienemé a la memoria lo que a tales efectos repetía una y otra vez el  diplomático DOUSINAGUE, que terminó siendo Director de la Escuela Diplomática: <

 

En tal sentido, aquí queda un sucinto listado de los títulos históricos, que pose nuestro Monarca Juan Carlos I: Majestad Católica, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia,  de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales; Archiduque de Austria; Duque de Borgoña, de Brabante, de Milán, de Atenas, Marques de Oristán.; Conde de Habsburgo, de Flandes, del Tirol, del Rosellón, de Goceáno, de Cerdeña, y de Barcelona; Finalmente: Señor de Vizcaya y de Molina.

 

Todo lo referido a la Familia Real, figura en el Registro Civil de la Familia Real de España, creado por R. D de 22 de enero de 1973, anulado en 1931 con la llegada de la República. 

 

Fue restablecido el 20 de noviembre de 1975 por Decreto-Ley 17/1973, dictándose el R.D. correspondiente, el 27 de noviembre 2917/1981.

 

Muy interesante a efectos protocolarios, es la composición de la denominada

 

            CASA DE SU MAJESTAD EL REY.

 

Organismo que depende directamente del Rey y que le apoya en las actividades que se derivan de sus funciones de Jefe del Estado.

 

Entiende asimismo de la organización y funcionamiento del régimen interior de la Casa.

 

En virtud del Art. 65 de la vigente Constitución, recibe de los Presupuestos Generales del Estado, una cantidad que debe cubrir el sostenimiento de su Familia y Casa. Por otra parte, El Rey nombra y cesa libremente, sin consultas de ningún género, a los miembros civiles y militares de su Casa.

 

La estructura protocolaria, por R.D. 434/1988, de 6 de mayo es la siguiente:

 

JEFATURA DE LA CASA: Tiene consideración administrativa de Personal de Alta Dirección. Se encuentra situado en el nº 17, en el Decreto de Ordenación de Precedencias en el Estado, a continuación del Alcalde de Madrid y por delante del Presidente del  Consejo de Estado.

 

SECRETARÍA GENERAL: De ella dependen los siguientes servicios de la Casa:

  • Gabinete de Planificación, Secretaría de Despacho y actividades y Programas
  • Secretaría de S.M. la Reina
  • Secretaría de S. A. R. el Príncipe de Asturias
  • Jefatura de Relaciones con los Medios de Comunicación
  • Jefatura de PROTOCOLO
  • Jefatura de Intendencia
  • Jefatura de los Servicios de Seguridad-Centro de Comunicaciones e Informática. (Aquí mi cariñoso recuerdo para mi vecino y amigo Javier Pastor que falleció siendo Jefe de la Seguridad de S.M.)
  • Jefatura del Cuarto Militar, del que dependen los Ayudantes de Campo del Rey y del Príncipe de Asturias
  • La Guardia Real

 

Censada la Casa de S.M. El Rey, concluimos éste capítulo de nuestra pequeña historia del PROTOCOLO, con la remota posibilidad de que, en el devenir del tiempo, pudiera ser útil en alguna de las necesidades de contacto de NUESTRA REAL ACADEMIA, con el entorno de nuestro Rey.

 

Tal importancia está tomando el Protocolo, que lo que hace años, era más intuitivo que reglamentado.  Y que suponía en la Escuela Diplomática, un tema de una hora semanal, en la actualidad es una Titulación Oficial que se imparte en la joven UNIVERSIDAD CAMILO JOSÉ CELA (sita en Villanueva de la Cañada), con el nombre de: <> en la FACULTAD DE DERECHO.

 

Requiere para su estudio y matriculación, tener aprobada la selectividad.

 

Dentro de los estudios protocolarios, ocupa un lugar importante lo que se denomina con el nombre de NOBLEZA.

 

El estudio de los Nobles se encuadra en una  ciencia que se denomina NOBILIARIA. Este estudio pertenece al derecho premial.

 

Noble es aquel individuo que tiene distinción y señorío  y que por ello, disfruta de cierto privilegio y títulos que ha adquirido por razón de herencia (en su nacimiento) o por decisión de un Soberano.

 

Desde el punto de vista etimológico, es un término que se corresponde con notable, cuya afección semántica supone “el que es conocido”. (poco que ver, como comprenden VVSS con la calificación de nuestros exámenes) en los que Notable, es un “poquito más que aprobado, pero menos que Sobresaliente.

 

Esos títulos nobiliarios, pueden ser hereditarios o vitalicios. Los primeros, son heredados por los miembros de la familia del primer titular. Los segundos son personales e intransferibles, por lo que su titularidad desaparece con el primero y único titular.

 

Para López Nieto, existen, en función de su origen, tres clases de nobleza: Nobleza de Privilegio; Nobleza de Sangre y Nobleza de Cargo.

 

La primera, Nobleza de Privilegio, se obtiene por concesión de S.M. el Rey (por méritos de servicios prestados) en dos categorías: personal (que es vitalicia) o hereditaria.

 

Un reciente ejemplo es la concesión del titulo de Duque de Suárez, a D. Adolfo Suárez, (q. e. p. d.) con tratamiento de Excmo. Sr. por sus servicios prestados al país. Es vitalicio, pero no puede ser heredado. 

 

La segunda, Nobleza de Sangre, corresponde a la herencia de antepasados. Se conoce con el nombre de nobleza de Sangre Legal, la que se adquiere por derecho, cuando dicho titular, lleva tres generaciones o más en el seno de la familia. Nuestro ejemplo podría ser la Casa de Alba, título que se viene heredando ancestralmente, de generación en generación.

 

Finalmente la Nobleza de Cargo, ésta ligada a determinados cargos (V. G. El presidente de un tribunal de justicia) y su condición es de NO HEREDITARIA.

 

En la actualidad (y sólo vamos a enumerar), para evitar añadir más contexto a nuestra exposición, cómo se accede a un título nobiliario. Se puede llegar por los siguientes caminos: CONCESIÓN, SUCESIÓN, REHABILITACIÓN, CESIÓN Y DISTRIBUCIÓN.

 

En muchas ocasiones, nos hemos planteado, <>; aquí va una cronología en orden a importancia y jerarquización:

 

DUQUE, cuya etimología  viene del latín DUX igual a Capitán o Caudillo. Solían   tener ejércitos propios. Las posesiones que el Rey les concedía por sus servicios, recibían el nombre de Ducados. En nuestro País el título va acompañado de la dignidad de Grande de España.  Dícese que al más antiguo, entre los españoles es el Ducado de Arjona, concedido por el Rey Juan II de Castilla en el año 1427.

 

MARQUES.- Etimológicamente de la palabra germana MARKGRAF, igual a frontera o marca. El primer título concedido en Castilla es del S. XIV. Quizá el más antiguo sea el de Marques de Santillana, que en 1445 concedió el mismo Juan II de Castilla.

 

CONDE, de Latín COMES (persona que acompaña al Rey).

 

VIZCONDE, sustituía al Conde por ausencia o mandato; habitualmente hijos o sucesores.

 

BARÓN, de origen germánico, del término BARO (hombre libre y guerrero). Siendo el último en nuestra cronología.  En los países germánicos está considerado como el más importante.   

 

SEÑOR, podría ser el último título en escala de valores. Algunos expertos, dicen que es un título nobiliario muy discutible. No obstante, por nuestra parte, sólo añadir que S. M. El Rey (q. D. G.) Juan Carlos I es: Señor de Vizcaya y Molina y su heredero, el Príncipe Felipe, es el Señor de Balaguer.

 

Amen de los citados en España, existen además, los señoríos de la Casa de Lazcano, Casa de Rubianes, y finalmente el Señorío de Meirás, los tres con Grandeza de España y sin el título de Grandeza, los señoríos de Alconchel, de la Leiguera de Vargas y de Sonseca.

 

Existen finalmente, en protocolo, una serie de Nobles, que se denominan NO TITULADOS, descendientes de familias nobles, personas consideradas tales en los antiguos regímenes monárquicos; se les llama Nobles sin Título y corresponden a las denominaciones de HIDALGO y CABALLERO.

 

El verdadero sentido de la hidalguía para Martínez-Correcher, se cifra en su antigüedad en el linaje. Los Reyes, en consecuencia, podían crear nobleza, pero no hidalguía (hidalgo = hijo…dalgún o de “alguien”).

 

Al Rey Felipe IV, (cuentase que por desconocer nuestras costumbres) hubo de decirle el Conde-Duque de Benavente : <

 

El último escalón de lo narrado, lo constituyen los CABALLEROS. Es nobleza no titulada y pertenecen a las denominadas ORDENES DE CABALLERIA. Eran quienes cabalgaban, a pesar de que en la actualidad, muchos de los titulados caballeros, ni montan, ni han montado, ni saben, acercarse a un caballo.

 

Hemos mencionado en párrafos anteriores, varios títulos con Grandeza de España. Dos palabras sobre el tema: La Grandeza de España la creó el Emperador Carlos I en 1520, año en el que fue su coronación imperial en Aquisgran. Su antigüedad se remonta a los Ricos-Hombres de Castilla y León y los barones de Cataluña, Navarra y Aragón. Eran nobles que poseían muchas riquezas, territorios y vasallos, lo cual les suponía un gran poderío. Ese poderío hacía que el propio Rey debía  “acatar” las Libertades del Reino y que comenzaban con las conocidas palabras: <>.

 

La reglamentación de la Diputación Permanente de la Grandeza, la aprobó Fernando VII en 1815 con el nombre de REGLAMENTACIÓN PARA EL RÉGIMEN DE LA CLASE DE GRANDES, EN SUS JUNTAS GENERALES.

 

En la ordenación de los Grandes de España, el primer lugar lo ocupa la actual Duquesa de Alba y no precisamente por ser Duquesa de Alba, sino, como dice Villarrubias Solanas, por ser la titular del Condado de Lerín, titulo otorgado en 1424 por Carlos III de Navarra. Es por tanto el título más antiguo desde que Carlos V, creó la grandeza de España.

 

Todo lo que hemos narrado hasta el momento tiene una simbología, que se enmarca en un  Capitulo, que en el Protocolo, recibe los títulos de: HERÁLDICA, VEXICOLOGÍA Y CONDECORACIONES.

 

HERÁLDICA proviene del término HERALDO, cargo que apareció en la Edad Media para nominar al portador, en las batallas, de los mensajes que monarcas y nobles, enviaban al enemigo. Está claro que es el más antiguo antecesor de los actuales profesionales del PROTOCOLO.

 

Sirve fundamentalmente para componer y describir los escudos de armas.

 

Les liberó de la exposición de escudos y blasones, porque en esta Academia existe un… Sr. Que de “esto” sabe más que nadie y   nos lo ha demostrado en la última conferencia. LOOR a VOS, Dr. De Vicente González por vuestros muchos conocimientos en la materia, de los que NOS deberíamos copiar para completar éste Capitulo.

 

No obstante y para cumplimentar nuestra modesta información, digamos que el modelo oficial de Escudo de España, quedó regulado por el R.D. 2964/1981, cuyo escudo debe figurar en: Banderas, Leyes, Plazas, Condecoraciones, Documentos etc. et, hasta un total de 10 en lo que se refiere al Estado Español, sin perjuicio de la existencia de una normativa legal para la creación de los Escudos de cada Autonomía.

 

Hemos mencionado en el párrafo anterior, el término VEXICOLOGÍA. La Vexicología, no es otra cosa que el tratado o ciencia que estudia el significado y disposición de las banderas.

 

El término procede del Latín VEXILIUM traducido por: Bandera o Estandarte.

 

De cómo se llegó a la actual bandera española, posiblemente, les resulte curioso a alguno de VV. SS.

 

Data del reinado de Carlos III. En aquellos tiempos todas eran blancas, diferenciándose SÓLO EN EL ESCUDO de los diferentes países donde reinaban los Borbones. Esto producía conflictos y equivocaciones en las batallas navales. Consciente de éste problema, Carlos III, convocó un concurso al que se presentaron hasta 12 modelos. Finalmente se optó por la bicolor  roja y gualda, colores que por otra parte, pero con colocación diferente, figuraban en las banderas y escudos de León, Cataluña, Castilla y Aragón, ordenándose, por R.D. que dicha bandera, figurara en todos los buques de la Armada Española.

 

Finalmente Isabel II ordenó que la conocida bandera, fuera única para todo el Reino de España.

 

Esta enseña se cambió en la II Republica por la tricolor (roja, amarilla y morada), hasta la Guerra Civil en la que el General Francisco Franco, reinstauró la bicolor, con el añadido del escudo del Águila Imperial. La llegada de la DEMOCRACIA en nuestro actual reinado, la cambió en el escudo, por el llamado CONSTITUCIONAL.

 

La regulación de su uso, figura en la CONSTITUCIÓN, y en la Ley 39/1981 de 28 de octubre.

 

En la actualidad el PROTOCOLO, ordena que los máximos honores, sean para la bandera y a continuación para sus Majestades los Reyes.

 

Las tres modalidades de bandera, son: Guión (pequeña y de forma casi cuadrada), Pendón (parecido a la bandera, pero un tercio más largo y triangular hasta la punta) y Estandarte (más pequeño que la bandera, cuadrado y era el usado por la caballería).

 

Acorde con lo ordenado por la Unión Europea, en España, hay dos clases de banderas con diferentes dimensiones: Exterior  (puede ser de balcón = 4 mts., o de mástil vertical =  8 mts.)

Interior, con mástil  = 2,5 mts.

 

Como curiosidad planimétrica, la bandera que se encuentra en la plaza de Colón de Madrid, tiene una superficie de 294 m y su mástil una altura de 50 metros. La característica fundamental de nuestra bandera en cuanto a medidas es, que el largo corresponde a 3/2 del ancho. La franja gualda debe ser de doble anchura que cada una de las rojas.

 

En relación con el PROTOCOLO de Condecoraciones la más trascendente es el  TOISÓN, orden que pertenece a la Corona de España, siendo el Rey el Soberano Gran maestre de la Orden. Tiene solo un grado: COLLAR DEL TOISÓN DE ORO. Se concede vitalíciamente, no es hereditario y al fallecer el titular, el TOISÓN debe reintegrarse a la Chancillería de la Orden.

 

En otro orden de cosas, diferentes Ministerios tienen sus propias Ordenes al Merito. Por su curiosidad, anotaremos algunas a las que optan  poseen diferentes miembros de nuestra corporación.

  DE PRESIDENCIA DEL GOBIERNO = Real y muy distinguida ORDEN DE CARLOS III. Creada por Carlos III en 1771 premia servicios extraordinarios al Estado.

           

Se acompaña de Nobleza Personal. Sus grados son: Collar (Excmo. Sr.), Gran Cruz (Excmo. Sr.), Comendador de Número (Ilmo. Sr. y Sra.) y Comendador.

           

MINISTERIO DE DEFENSA : Laureada de San Fernando, Medalla Militar y Cruz de Guerra, Medalla del Ejercito, Medalla Naval y Medalla Aérea; Cruces del Merito Militar, Naval y Aeronáutica. Real y Militar orden de San Hermenegildo.

           

MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE: Orden de Alfonso X el Sabio, Merito de las Bellas Artes, Mérito Deportivo.

           

MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN: Orden del Mérito Agrario, Pesquero y Alimentación (R. D. 1385/1988).

           

Algo muy trascendente desde el punto de vista protocolario, es la ETIQUETA.-

 

            A éste respecto, digamos que la Solemnidad y la hora del día, determinan la etiqueta a llevar. En virtud de su “curiosidad” empleásemos un poquito más de tiempo en este Capitulo.

 

            Digamos que la etiqueta sirve para evitar la originalidad de cada persona. Dicha originalidad, resulta muy desafortunadamente común en nuestros días. Léase lo que acontece en una de las Cortes más tradicionales de Europa. Nada menos que el Príncipe Heredero ha roto todos los moldes de la etiqueta con sus “salidas de tono” en el vestir.

 

            Uno se pregunta por qué y para qué la residencia de CLARENCE HOUSE, hogar del Príncipe Heredero, contrató en su momento a PADDY HARVERSON, como jefe de Comunicaciones y Protocolo, sacándola del MANCHESTER UNITED, a no ser que su único “encargo” fuera tejer una política informativa alrededor del heredero, que de alguna manera hiciera cambiar el parecer de los ingleses, en relación con aquella pasada boda.

 

            El Príncipe Carlos, no siendo torero, “se ha salido a la torera” las más elementales normas en la Etiqueta con el “modelito” empleado en su nuevo, Compromiso Matrimonial con D.ª CAMILA PARQUER BOWLES. Los puños, la tapa del cuello y las solapas rojas de su monstruoso atuendo, al igual que sus chaqués grises con chalecos indescriptibles son la antítesis del riguroso protocolo de la Corte del Rey Arturo.

 

            Me deben permitir un filial recuerdo de mi padre, que consecuente con su oficio, nos inculcó en casa, pese a la modestia económica en que vivíamos, la descripción de algunas prendas de etiqueta, así como la conservación de nuestro atuendo personal.   

 

             A la ropa, nos decía, hay que dejarla descansar como a las mulas. No ponerse dos días seguidos la misma, aunque solo se tenga lo necesario, que él llamaba “él quita y pon”

 

            CHAQUE.- prenda de etiqueta para llevar desde la mañana,  a la caída de la tarde. Es una especie de levita, de color negro, acompañado de un pantalón gris a rayas negras (que pueden ser de diferente anchura). La camisa blanca y la corbata para ser correctos, de plastón con alfiler de perla.

 

            La falta de gusto por el bien vestir, ha terminado sustituyendo dicha corbata, por una convencional, que siempre debe ser gris. Chaleco gris o en ocasiones solemnes, negro. Como las modas cambian, el “snobismo” ha terminado poniendo chaleco beige o marfil y horrendas corbatas de diferentes tonos y dibujos, si bien, para actos no solemnes. Los zapatos negros (mocasín o cordones). Calcetines negros. Impensable calcetines blancos o de color.

 

            El chaqué no admite condecoraciones habitualmente, permitiéndose tres como máximo, pendiente del ojal de la levita.

 

            Con el chaqué del caballero;  las damas, traje corto o de cóctel. Si el acto es muy solemne, traje corto negro y con mantilla si lo requiere la etiqueta del acto. (V. G. Visita al Romano Pontífice como concesión solo para españolas).

 

            ESMOQUIN  O  SMOKING.-  media etiqueta, (de origen anglosajón). Se lleva a partir de la caída de la tarde, o por la noche. Chaqueta negra de una o dos filas (cruzada)  cuello forrado de seda o satén. Con calor, la chaqueta, se permite blanca con las mismas características, o de color marfil.

 

            Chaleco negro o fajín de seda o raso, también negro. Fajines de otros colores es una ofensa al esmoquin.

 

            Camisa blanca, cuello camisero y corbata de lazo de color negro. Se habla en este caso de corbata “de pajarita” cuando en realidad la “pajarita” es un cuello de camisa con puntas hacia arriba, como describiremos al hablar del Frac.  Puños dobles con gemelos. El pantalón (sea cual fuere el color de la chaqueta) negro con una cinta de seda negra en los costados denominada “galón”. Zapatos mocasines negros y de charol o de mucho brillo (difícil de conseguir en el boscalf). Se pueden adornar con un lazo de seda o una hebilla en el empeine. Calcetines negros (preferibles de seda) e impensable otro color.

 

            El Esmoquin, no admite condecoraciones. Las damas que le acompañan: traje de cóctel o fiesta y traje largo en cenas o recepciones de gala.

 

            FRAC.- Es el traje de máxima etiqueta; reservado para la noche, aunque es el obligado en Actos Solemnes, por ejemplo en las Reales Academias (No el chaqué que todos utilizamos por simple economía).

 

            Unos porque lo tienen (bodas de hijos, etc.) y otros porque puestos a “alquilar”, el Frac es más difícil de encontrar y justo más caro 100% de su precio.

 

            Se compone de una levita negra, unida a chaquetilla “dormán” abierta en la parte posterior.

 

            Pantalón negro liso, con un vivo de la costura externa de cada pernera.   Corbata de lazo blanca y chaleco asimismo blanco.

 

            Camisa de pechera dura (almidonada con brillo) y puntas hacia arriba (ésta sí es la verdadera pajarita). Nunca camisa de cuello camisero. Puños dobles con gemelos. Zapatos de charol negro y cordones (NUNCA MOCASINES) y finalmente, los calcetines negros, deseable de seda. Para damas, traje largo, por debajo de los tobillos, casi rozando el suelo.

 

            Por ser el traje de máxima etiqueta, permite condecoraciones. Si preside el Jefe del Estado, las bandas de las condecoraciones, encima del chaleco; del hombro derecho hasta cadera izquierda; de no presidir el Jefe del Estado, la banda puede llevarse por dentro del chaleco. Las damas, pueden lucir condecoraciones sobre el traje largo.

 

            ETIQUETA MILITAR.- La Etiqueta en la vida militar está regulada muy estrictamente en las ORDENANZAS MILITARES en cinco categorías: De trabajo, de Diario, de Gala, de Etiqueta y de gran Etiqueta. Dentro de cada clase y en los tres ejércitos, existen distintas modalidades.

 

            Nuestro Académico Excmo. Sr. D. Juan Hernando Fernández, deberá perdonarnos esta intromisión en un capítulo en el que él, “sabe más que nadie”.

 

            Mis disculpas, MI GENERAL; como V.E. sabe: siempre a sus órdenes.  Muchas gracias por su afecto.

 

            Otra cosa es la “fantasmagoría” de algunos Países, (léase Mónaco v. g. que diseñan uniformes “ad hoc” para el jefe del Estado, sin que en ningún momento se parezca a lo habitual, con la sola disculpa de casarse con una artista de renombre.

 

            Solo a título de ejemplo de las críticas de las cinco variedades, hablemos dos palabras sobre el Uniforme de Gran Etiqueta. El ejército de tierra, solo entiende una modalidad única.

 

            MASCULINO.- Guerrera azul con tirilla (a nivel de alzacuello) y puños blancos, pantalón recto (sin vueltas) azul, zapatos y calcetines negros, guantes blancos, gorra de plato azul, ceñidor de gala (dorado) y capa negra.

 

            FEMENINO.-  Guerrera azul con tirilla y puños blancos, falda larga azul, zapatos y medias negras, guantes blancos, gorra de plato azul, ceñidor de gala (dorado), bolso de charol negro y capa.

 

            Debemos aclarar que cuando en ambos casos decimos tirillas y puños blancos, lo es porque los uniformes en numerosísimas ocasiones. NO LLEVAN CAMISA DEBAJO, la tirilla correspondería al alzacuellos de una camisa sin cuello y solo los puños (blancos) dado que al no llevar camisa, tampoco llevan mangas que terminen en puños.

 

            En todo momento, la autoridad ordena el tipo de uniforme para cada ocasión, cuyo uso es RIGUROSAMENTE PRECEPTIVO.

 

            En relación con CONDECORACIONES DEL MÉRITO MILITAR, cuando se tienen reiteradas, se utiliza una sola de cada clase y pasadores sobre la cinta.

 

            Los distintivos de destino, se llevan en la parte superior de la manga derecha. De los distintivos de TÍTULOS Y DIPLOMAS, se llevan tres como máximo en la guerrera o camisa.

 

            Los distintivos de FUNCIÓN, solo en el desempeño de un destino específico.

 

            Y finalmente el distintivo de  PERMANENCIA, solo uno como máximo en la parte central del bolsillo de plastón, superior derecho.

 

            De PROTOCOLO, como VV. SS han detectado, podemos estar hablando, muchas más horas que los cincuenta minutos que me puse como límite prudente.

 

            En consecuencia, vamos a tratar solamente los temas protocolarios, que de los muchos que existen, nos pudieran afectar como Real Academia.

 

            Hablamos en primer lugar de la UNIVERSIDAD y su Protocolo.

 

            Para comprender el singular PROTOCOLO de que disfrutan y exige la Universidad hay que remontarnos al S. XV. en el que los Estudios Generales, por imperativo de una Bula Papal, se configuran en Universidades.

 

            Como dice FELIO A. VILARRUBIAS, <la Universidad, corresponde a la herencia histórica que fue su matriz, esto es: la Iglesia Católica>>     

 

            Secularizada la Universidad, su planteamiento actual, queda ordenado a mediados del S. XIX. Fue Claudio Moyano, en 1.857 el primero en iniciar la modificación de los Reglamentos, Estatutos y Protocolo de la Universidad, posiblemente como respuesta a unos RR. DD de 1.850, firmados por la reina Isabel II, en los  cuales se establecían las insignias Académicas y atuendo con que habían de vestirse de manera uniforme los Graduados y Profesorado de las doce Universidades existentes en el Reino.

 

            Del “mare mágnum” en que se ha transformado genéricamente la Universidad Española, cuya masiva aparición resulta que más recuerda una multiplicación por esporas, que un auge razonable y de cobertura de necesidades (lo único que a nuestro entender no se ha considerado) que limitara de alguna manera, la aparición de múltiples universidades (con minúscula) que ni sirven para muchos, ni resuelven en muchos casos las necesidades del País. Las Autonomías (o Antonosuyas, ¡que uno no sabe!) o los medios económicos de muchos organismos, organizaciones y órganos a secas, unos han llevado a tal caos, que muchas de ellas, por no tener, idóneo no tienen ni profesorado.

 

            Esta nueva configuración, me trae a la memoria, un  asunto de mi abuelo, cuando hablaba de hombres, lo cual podríamos trasladar a la Universidad.

 

            <>.

 

            ¿Cuantas de éstas nuevas Universidades, que han surgido como setas, estarían en el quinto grupo?

 

            Esta disquisición, perdóneme  Dios y VV. SS., me surge simplemente al sospechar y ver, cómo se está degradando algo que he querido con sospecha de locura, a lo largo de muchos años.

 

            Sosegado en el párrafo anterior un espíritu, volvamos a la simbología de la Universidad.

 

            Al anterior R.D. de 22 de mayo de 1.859, en que se regulaba ésta materia, se añadieron la ley de 29 de julio de 1.943 sobre ordenación Universitaria y una posterior Ley Orgánica de 25 de agosto de 1.983 en la que se pormenorizan: Símbolos, Uniformidad, Tratamientos, Personal para el  Ceremonial y Atributos.

 

            Para no resultar oneroso, caminemos directamente por la senda que se nos marca.

 

            Los SÍMBOLOS de la Universidad son: El Escudo-sello, las Medallas Académicas, el Bastón del Rector, la Bandera y los HIMNOS. Estos son:

 

            El  “Veni Creator Spiritus” al comienzo y el “Gaudeamus Igitur” al final.

 

            Por lo que atañe al traje Académico, existen variantes, tantas como Facultades; una más del Rector; aunque todos, tienen como base: Toga negra, Muceta de raso (del color propio de cada Facultad, forrada en seda negra y el Birrete).

 

            En cuanto al Rector sus variantes son: En las bocamanga de la toga, puños de encaje (se conocen también con el nombre de “PUÑETAS”) trabajo laborioso de encaje de bolillos, lo que explica la expresión para quitarse a alguien del medio, de << vete a hacer puñetas >>.

 

            El birrete es negro, con borla del mismo color.

 

            Llevará la medalla el bastón y guantes blancos.

 

            Por lo que se refiere a los Colores Académicos de las mucetas, las clásicas.        (Se han añadido otras muchas carreras, que tienen su propia muceta). Son:     Amarillo          = Medicina

Azul celeste    = Letras

Azul turquesa = Ciencias

Añil                 = Psicología

Anaranjado     = Económicas – Empresariales

Verde              = Veterinaria 

 

            Cuando el Claustral posea dos o más Doctorados, la borla del birrete, tendrá tantos colores como Doctorados posea, con los hilos no mezclados, y si en mitades, tercios o cuarterones, según sean dos-tres-cuatro etc., los doctorados que posea.

 

            En relaci&oae;n con tratamientos: el Rector posee el de: Excelentísimo y Magnifico Señor;  los Vicerrectores: Excmos. Señores;  el Secretario General: Ilmo. Sr.; así como Decanos y Vicedecanos que son Ilmos. Sres.

 

            El Ceremonial lo atienden: El Secretario General, el Jefe de Protocolo y los subalternos, entre los que están : El Maestro de Ceremonias, los maceros y los ujieres; por su historicidad éste último personal, usa uniformes medievales, mazas al hombro (doradas) y pértiga o vara larga, rematada con borla roja.

 

            Finalmente, toda la parafernalia de los Actos Académicos, están reguladas por un R.D. 2099/83, señalando los lugares que han de ocupar los diferentes asistentes, detallándolos los Arts. 10,12,14,y 16 del R: D de mención ut supra.

 

            La normativa vigente, no tiene grandes diferencias con las utilizadas en los S. XV y XVI, en lo que, como curiosidad, se pormenorizan cosas tan “pedestres” tales como: Manera de Saludarse en función del cargo o dignidad,  a quienes deben ponerse almohadones en el asiento o el número de pasos que debe separar al Rector del resto de la comitiva.

 

            Asimismo, cuales deben ser las notas de la fanfarria a la entrada de la Comitiva o la colocación de los participantes en sus respectivos asientos.

 

            En el Paraninfo (o Salón de Actos), en los bancos o sillones a la derecha de la Presidencia, en la primera fila, los miembros del Equipo Rectoral; a partir del segundo banco la junta del Gobierno (empezando por Decanos y Directores). En los bancos de la izquierda, los miembros del Claustro de Doctores. El primer banco de éste grupo se reserva a las Autoridades Publicas No Académicos, con las procedencias que establece el R. D. 2009/83.

 

            Antes de ocupar sus bancos en el estrado, la comitiva se organiza con un ancestral PROTOCOLO EN EL SIGUIENTE ORDEN: Directores de Escuelas Universitarias; Facultades por el siguiente orden: Odontología, Bellas Artes, Ciencias de la Información, Económicas y Empresariales, políticas y Sociológicas, Veterinaria, Farmacia, Medicina, Derecho, Geológicas, Químicas, Físicas, Matemáticas, Ciencias de la Educación, Psicología, Geografía e Historia, Filología,  Filosofía y finalmente la Presidencia y el Consejo Social.

 

            En el ánimo del “escribidor” (que diría nuestro entrañable amigo el Prof. Dr. SILVINO-LUCRECIO PÉREZ BLANCO) está el hablarles de dos-tres asuntillos más de la Conferencia de hoy.

 

            No me resisto sin embargo, a aligerar la atosigante descripción que hemos hecho hasta ahora, incluyendo un breve Capitulo, referido al Protocolo (que también lo hay) de algo tan, pedestre, tan español, tan denostado y tan ensalzado como es la llamada: Fiesta Nacional, por otro nombre: Corrida de toros, que parece que ha perdido su carácter Nacional, a partir de las decisiones tan importantes (no debían tener nada más trascendente) de una Autonomía situada al N.E. de ésta España nuestra, que en mis años mozos (¡hace ya tantos!) venia, por su configuración planimétrica, en llamarse << PIEL de TORO>> .

 

            Comens por el lugar: Se denomina PLAZA término que deriva del Latín <<platea>> como: LUGAR PÚBLICO, adecuado para grandes concentraciones.

 

            Parece ser que la primera PLAZA para éste festejo, datase en 1561 cuando Felipe II reconstruyo la Plaza Mayor de Valladolid, destruida por un incendio, que de igual manera redujo a cenizas otras cuatrocientas casas del entorno de la plaza anterior.

 

Las primitivas plazas poligonales, se fueron acondicionando para evitar que los toros se aquerenciaran en los rincones, redondeando las esquinas con estructuras de madera. En los S. XVII y XVIII comenzaron a construirse plazas de forma elíptica, más o menos regular, como la Maestranza de Sevilla (los aficionados saben que es la única elipsoidal que queda en España) hasta llegar a la actual circular geométricamente perfecta, cual puede ser la Monumental de Madrid, conocida como “Las Ventas”.

 

            Hubo en la capital otras muchas Plazas de Toros, de la que, si Dios me da vida y VV SS lo soportan, les hablaremos otro día.

 

            Dícese de ésta que es la más grande de España. Digo yo en muchas ocasiones que, la “más grande “ es la de mi pueblo de adopción: Colmenar Viejo, en el que, ni en la antigua construida en piedra de cantería, ni en la novísima actual construida en feísimo hormigón armado he visto nunca (hablo de los últimos 35 años) he visto NUNCA, NUNCA digo, que se llenara, ni con los carteles más atrayentes de la tauromaquia.  ¡Si será grande!

 

            Hablando de la Maestranza de Sevilla, Para los no “versados” Maestranza, deriva de << Maestría>> correspondiente a una institución de nobleza español, que se creó tras la conquista de Granada.

 

La realidad es que las <> se crearon para vigilar y mantener el orden en las regiones separatistas.  ¿Cuántas maestranzas se deberían crear