07 Mar Psicoprofilaxis obstétrica y beta-endorfinas
Excmo. Sr. Presidente de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de Madrid.
Excmos. Sres. Académicos. Señoras y Señores.
Sean mis primeras pal
s de agradecimiento, por su invitación y presencia en general y en particular, mi gratitud al Prof. Dr. D. Leopoldo Cuéllar, al facilitarme la posibilidad de poderles exponer mis experiencias, en el campo del dolor y liberación de las Beta-Endorfinas, s
todo en el alu
miento del ser humano.
Experiencias realizadas en la Maternidad Provincial de Madrid.
El ho
, en su hacer, en busca de la salud, queriendo excluir la enfermedad y el dolor, ha luchado desde tiempo inmemorial, por hallar un lenitivo, una pócima, contra el dolor y en especial contra el dolor de parto, pues aunque dicho acontecimiento se ha considerado, durante largo tiempo, como un acto natural, sin embargo ha costado multitud de vidas y por supuesto, todavía hoy en día, se acompaña de dolor y sufrimiento, en infinitos lugares del Universo.
Buena prueba de ello, lo tenemos en los hallazgos, que desde el inicio de la Humanidad, confundidos entre la leyenda y la historia, se han encontrado en las diversas etapas de la civilización, algunas de ellas en las postrimerías del Neolítico y principio de la Edad de Bronce, como es el uso de los “Pucheros calientes”, que posteriormente comprobaremos que son utilizados por diversos pueblos, hasta llegar a los cél
s “afumamentos”, de algunas de nuestras regiones, en las que ponían a hervir hojas de laurel verde y sus vapores o emanaciones humedecían y ablandaban los genitales externos de la parturienta puesta en cuclillas, para facilitar y aliviar el parto.
Pero en fin, no nos perdamos en descripciones curiosas, que podríamos aportar infinidad de ellas. Y pasemos a repasar las bases fisiológicas del dolor.
De todos es conocido, que en la génesis del dolor, van a participar factores neurológicos, físicos y psíquicos.
Factores neurológicos, tales como la sensibilidad sensitiva, somática, consciente, que procediendo de la médula, va a afectar a la vulva y al tercio inferior de la vagina; así como esa otra sensibilidad visceral, que procediendo del sistema neurovegetativo, de una manera refleja e inconsciente a través de sus tres plexos, el hipogástrico, el ovárico y el plexo pélvico, afecta a los dos tercios superiores de la vagina y a sus fondos de saco, útero, trompas de Falopio, ovarios y peritoneo pélvico.
Pero también hay otros factores físicos, que modifican el dolor del parto, como son, el estiramiento de las f
s musculares, la distensión de los tejidos perineales, la intensidad o duración de las contracciones, condicionados por una serie de circunstancias tales, como la edad, paridad, anemia, debilidad, fatiga o agotamiento, etc.
Y por otro lado, los factores psíquicos, en donde será muy importante destacar la mentalidad y actitud de la gestante frente al parto, así como su estado de ánimo, y ciertos factores emocionales, en donde la aprensión, el temor y ansiedad, van a modular y afectar al dolor, pues no cabe duda, de que estos factores influyen por vía neocortical, en los aspectos sensoriales y afectivos del dolor.
No me resisto a ocultarles, que en ese sentido, existen múltiples, casos clínicos, en donde la “psiquis” predomina s
el “soma”, por ejemplo, el parto de la Emperatriz Eugenia Maria de Montijo, esposa de Napoleón III, que en el momento, que penetraron en la alcoba real, los designados oficialmente, para ser testigos del nacimiento, debido a que el Príncipe Napoleón, se colocara el monóculo y ello fuera motivo de gran disgusto por parte de la emperatriz, ante los demás asistentes, el Ministro de Estado y el Guardasellos Real, el príncipe Carlos Bonaparte y el príncipe Luciano Murat. Disgusto que fue suficiente para que se paralizasen las contracciones y por tanto el parto, durando tal situación, un tiempo determinado, hasta que abandonó el dormitorio el príncipe, causante de dicha anomalía. Acto seguido se reanudó la dinámica y evolución del parto.
Como vemos, fue una prueba evidente de una inercia dinámica uterina, de origen psicógeno, nada excepcional por otro lado, pues hoy conocemos los influjos exógenos s
la normal evolución de la dinámica del parto y a este respecto Baudelocque, cita algunos casos, todos ellos prueba infalible de la influencia psicosomática en Obstetricia. (Parto: C
, ante un peligro inminente, depredador).
Ya con HIPÓCRATES se empieza a destacar la influencia de la “PSIQUIS” s
el “SOMA” y se reconoce, que forma parte del arte médico, el mitigar los dolores de parto en la mujer, tarea según él, muy difícil, casi propia de dioses. También en Sorano de Éfeso, encontramos el fundamento a la psicoterapia durante el parto y con la entrada, en la escena de la Historia Universal de los árabes, con la Hegira, el año 622, se publica en la ciudad de Córdoba, capital del Califato, faro esplendente de la cultura y humanidades y en la que ya existía una Escuela de Medicina, la primera en Europa, se publica, repito, entre los años 961 a 970, por el visir y polígrafo ARIB IBN SA´ID, “ EL LIBRO DE LA GENERACIÓN DEL FETO, EL TRATAMIENTO DE LAS MUJERES EMBARAZADAS Y DE LOS RECIÉN NACIDOS”,
única en su género y en la que se hace patente su preocupación psicoprofilactica en la gestante.
Ahora bien, tampoco hemos de ignorar o desdeñar aquellos otros factores que conocemos con el no
de estímulos “cortifugos”, que por vía piramidal van a dar origen a impulsos inhibitorios, viéndose suavizado el dolor mediante el masaje abdominal o en la porción inferior de la espalda o por el simple ejercicio en general, u otra mani
s, como el masaje dorso lumbar.
Hoy en día, en los u
les del siglo XXI, es de justicia destacar y difundir los grandes beneficios y ventajas que obtienen las embarazadas en el momento del parto, tras haber realizado una preparación psico-física, en sus distintas modalidades a lo largo de su gestación.
Veamos a continuación, de que métodos disponemos para lograr una analgésica psíquica o por lo menos de un remedio eficaz en la gradación del dolor a lo largo del parto, bajo el punto de vista anímico, motivo de preocupación de la Humanidad desde sus albores, como ya hemos dicho, por hallar dicho remedio o pócima que lo mengüe o disminuya.
Entre dichos “Métodos”, destacaremos:
1.-HIPNOSIS SUGESTION. Foissac. (1829).
2.-ENTRENAMIENTO AUTÓGENO. J.H. Schultz. (1926), aunque . PRILL, fue quien en realidad lo introdujo en la Obstetricia
3.-RELAJACIÖN PROGRESIVA. E. Jacobsón. (1928)
4.-PARTO NATURAL (SIN TEMOR). G.D. Read. (1936)
5.-PSICOPROFILÁCTICO RUSO. Velvosky. (1947)
6.-PARTO SIN DOLOR. F. Lamaze. (1951)
7.-AYUDA PSICOLÓGICA AL PARTO. M. Tubinga. (1959)
8.-CHARLA EN EL BAÑO. Lukas. (1959)
9.-SOFROPEDAGOGÍA OBSTÉTRICA. Aguirre de Carcer. (1963)
10.-ENTRENAMIENTO AUTOGENO RSPIRATORIO. Piscicelli.
(1984).
Citemos de pasada a M. Montessori, F. Leboyer con su parto sin violencia, Veldman con su haptonomía, a Odent con su parto en el agua y a la milenaria acupuntura y también a la musicoterapía, junto con otras técnicas, que por falta de memoria y no por olvido, dejo de momento en el anonimato. Destacando, únicamente, como ya en la milenaria China, al quedarse embarazadas las nobles princesas, eran acomodadas en bellos palacios, de lugares tranquilos, con el fin de que el embarazo se desarrollase lo mas normal e higiénico posible y así conseguir, para el día de mañana, jefes fuertes, sanos y aguerridos, que gobiernen sus pueblos.
No entraremos de momento a valorar la eficacia de cada uno de ellos, ya que en esencia dependerá de la constancia y tenacidad de cada gestante y de ello, el logro de los objetivos de la “PREPARACIÓN PSICOPROFILÁCTICA OBSTETRICA”, que van encaminados a conseguir una
Mayor información para una “paternidad preparada”.
Preparar psicologicamente para ser Madre.
Disminuir la morbimortalidad perinatal.
Disminuir la morbimortalidad maternal.
Activar positivamente la participación sociofamiliar.
Incrementar la lactancia materna.
Estimular el reciclaje del personal sanitario.
Humanizar el parto.
Dar a luz dignamente.
Conseguir un parto subjetivamente indoloro.
Pero estos objetivos, no son novedosos, no son de hoy en día, sino todo lo contrario, son ancestrales, antiquísimos, se remontan en la noche de los tiempos, a los albores de la Humanidad y al conseguirlos, logramos los grandes beneficios que hacíamos referencia al inicio de nuestra Comunicación, aplicables tanto a la madre como al neonato y que son a saber:
Por parte materna
Trabajo de parto más corto.
Menos dolor durante el parto.
Contracciones uterinas más regulares.
Dilatación cervical uterina más fácil.
Menor uso de analgésico y de anestesia.
Menor medicación en general.
Menos parto quirúrgicos.
Menos pérdidas sanguíneas.
Convalecencia más ligeras.
Mayor capacidad para la lactancia.
Aparición más rara de toxemias.
Menos hipertensiones.
Mejor tono miometrial.
Menos partos preterminos.
Por parte fetal
1.-Disminuye la morbi-mortalidad fetal.
2.-El test de Apgar es mejor.
3.-El Ph sanguíneo se altera menos.
4.-Menos asfixia neonatal.
5.-Disminuyen las lesiones obstétricas.
6.-Son niños más tranquilos.
7.-Coordinación nerviosa más perfecta.
8.-Mejor desarrollo psicomotor.
9.-Mejor integración socio-familiar.
Como es natural, todas estas ventajas les hacen acreedores a estos Métodos, de un merecido prestigio y de una difusión, que cada día es más creciente y por supuesto más eficaz, pero que sin embargo a la hora de hacer una valoración objetiva de cada uno de ellos, nos encontramos con el grave inconveniente de su dificultad, debido a una serie de peculiaridades, que de una manera suscinta, vamos a enumerar
vemente:
1.-No hay una definición de “parto preparado”.
2.-No existe exclusividad en las técnicas.
3.-No hay un criterio de “mejores resultados”.
4.-Existen factores que pueden variar la evolución del parto.
5.-No hay un criterio común, sino una gran variedad.
6.-No hay una comparación con grupos testigos.
Por lo que no podemos ser objetivos a los resultados, dado que no podemos medir o tasar la intensidad de la angustia, la cantidad del dolor o la característica del estrés.
Ahora bien, gracias a los avances de la técnicas en el campo de la bioquímica y neurofisiopatología del dolor, desc
endo los neurotransmisores al igual que en su día HAVDALA, en 1930, desc
era la SUSTANCIA P, como un aminoácido incretor del dolor. Hoy con las investigaciones del Dr. GOLDSTEIN, en 1971, al destacar la presencia de los receptores opiáceos, que son unas células nerviosas del cer
que se complementan , como llave y cerradura, con las drogas opiáceas, llegando a la revolucionaria conclusión de que el cer
genera una proteína llamada “ENDORFINA”, que forma parte de un sistema natural de nuestro organismo para combatir el dolor, procedentes de la hipofisis y también de ciertas neuronas cer
les que contribuyó a que ERIC SIMON, de la Universidad de Nueva York, en 1.973 las describiera como Endorfinas.
Dos años más tarde, en 1.975 con Hugues y Kostelitz, en Escocia, se desc
la capacidad de ciertas células del cer
, que se combinan específicamente con los receptores opiáceos, los cuales pueden producir su propia morfina, llamadas ENCEFALINAS y ese mismo año Guillemin aísla la BETA ENDORFINA, que posee una potente acción antialgica procediendo de la “PRO-OPIO-MELANOCORTINA”, procesándose en la adenohipófisis, lóbulo anterior e intermedio y en el cer
.
Con ello la sensación dolorosa, tan variable, subjetiva y misteriosa, quedaría así aclarada por un doble fenómeno de excitación, de defensa y los casos inexplicables de disminución del dolor podrían ser comprendidos de una manera fisiopatológica y humoral; permitiendo medir su concentración en plasma materno y poder calcular la eficacia de los diversos Métodos de Preparación a la Maternidad.
Entre las causas de su elevación en plasma materno se ha expuesto la hipótesis, de que el dolor de parto sería una de ellas, con fines analgésicos, aparte de la ansiedad o el estrés. A tal respecto JOUPILA y COL., han observado que en los partos con anestesia epidural la tasa de Beta-Endorfinas es más baja al anular el dolor. Igualmente Abboud y col., han comprobado que la anestesia disminuye dicho polipéptido en plasma materno.
Experiencia que nosotros también hemos comprobado y corroborado al probar que en una muestra de 69 gestantes la tasa de Beta-Endorfinas estaba mucho más baja en aquellas embarazadas, que habían realizado un “CURSO DE PREPARACIÓN A LA MATERNIDAD”.
Para ello formamos dos grupos, uno constituido por 35 embarazadas que habían realizado una “PREPARACIÓN PSICOFÍSICA” y otro grupo integrado por 34 gestantes que “NO” habían recibido información alguna, acerca del embarazo y parto, procurando que ambos grupos fueran lo más homólogos posible, en cuanto a la edad, peso, estatura, paridad, estado anímico, ansiedad (test de Hamilton), constitución. Así como también, la Posición y presentación fetal, bolsa integra, dilatación, edad gestacional y carentes de toda medicación. En ambos grupos se controló:
1.- Tiempo de duración del parto.
2.- Relación – duración parto y Beta-Endorfinas .
3.- Beta-Endorfinas y periodo expulsivo.
4.- Autoevaluación del dolor. (Tolerable, doloroso e intolerable).
5.- Forma de terminar el parto.
6.- “PH” Fetal.
7.- Test de Apgar, al nacer y a los cinco minutos
Para el estudio estadístico se ha calculado la concentración media de Beta-Endorfinas, la desviación típica y hemos aceptado como límite de significación, un valor “P” determinado, que nuestro estudio ha sido altamente significativo el cálculo de probabilidad (p<0.0001).
Respecto a la duración del parto se comprobó que es más corto, desde que ingresa hasta que da a luz, en las “Preparadas”, ya que su media aritmética fue de 139´4 minutos y su desviación estándar (S) de 71´02, mientras que en las “No Preparadas” la media fue de 290´4 minutos y una “S” de 107´68. (fig.1). Calculada la “t” de Student su valor fue de 5´85, siendo por tanto altamente significativo para una “P” menor de 0´001, en lo que se refiere a las primíparas preparadas, ya que en las multíparas, su diferencia no fue significativa entre las “preparadas” y las “no preparadas” al ser la “t” de Student de 1´30.
Investigado el tiempo que duró el parto y su tasa de Beta-Endorfinas, se comprobó que para el intervalo de tiempo comprendido entre 0 y 99 minutos de duración, se hallaban siete primíparas entre las gestantes “Preparadas”, que daban una media aritmética de Beta-Endorfinas de 147 picogramos por mililitro (pg./ml.) y una “S” de 62. Mientras que en el intervalo de los 100 a los 299 minutos, encontramos 17 gestantes y su media de Beta-Endorfinas en plasma materno, fue de 132 pg./ml., siendo su “S” de 81. Finalmente solo se encontró un único caso que s
pasó los 300 minutos, dentro de las primíparas “Preparadas”, siendo su media de 152 pg./ml. y la “S” de 31. (fig.2).
En lo que se refiere al grupo de control o sea a las “No Preparada”, se observó que en el intervalo de 0 a 99 minutos había únicamente un caso, siendo su media de 290 pg./ml. con una “S” de 79. Mientras que en el espacio de tiempo que abarca de 100 a 299 minutos había 11 gestantes, siendo su media de 307 pg./ml. y su “S” correspondió a 116. Finalmente superando los 300 minutos aislamos 13 parturientas, siendo su media aritmética de 260 pg./ml. y su “S” de 104. (fig.2).
En resumen, diremos que calculada globalmente la media aritmética en las “Primíparas Preparadas” fue de 155,02 pg./ml., con una “S” de 113,09. Mientras que en el grupo de las “Primíparas No Preparadas” su media aritmética fue de 430 pg./ml. y su “S” de 228,11. Calculada la “t” de Student fue de 5,55, lo cual indica que es significativa para un nivel menor de 0,0005.
En cuanto al periodo expulsivo se comprobó en las “Preparadas” una media de Beta-Endorfinas de 147,21 pg./ml. con una “S” de 107,90 y en las “No Preparadas” fue de 392,87 y “S” de 239,06. Efectuada la distribución “t” de Student fue de 5,55, la cual es altamente significativa para un cálculo de P < 0,0005. (fig.3).
Igualmente se comprobó en relación con la gradación del dolor y la tasa de Beta-Endorfinas que de las 35 gestantes “Preparadas Psicofisicamente”, 32 de ellas calificaron la sensación dolorosa de TOLERABLE, presentando una media aritmética de 133,48 pg./ml. de Beta-Endorfinas y su “S” de 101,46. Las que la calificaron de DOLOROSA fueron 3, con un nivel medio de 293,5 pg./ml. y la “S” de 56,96. Y en la escala de INSOPORTABLE, no se encontró ninguna parturienta. Sin embargo, en el grupo de las “No Preparadas Psicofisicamente” hemos encontrado 8 en la casilla de TOLERABLE, siendo la media de 188,84 pg./ml. y la “S” de 93,09. En la casilla de DOLOROSA habían 15 casos, siendo la media de 415,74 pg./ml. y la “S” de 211,81. Por último en la casilla de INSOPORTABLE encontramos 11 casos con una media de 509,8 pg./ml. y una “S” de 265,61. (fig.4). Resultados totalmente satisfactorios, si los comparamos a los de otros autores: Jouppila, Karlovist, Borgia, Florido, Fachinetti y Petraglia, etc., siendo totalmente coincidente con nosotros.
En cuanto a la incidencia de mani
s obstétricas y Beta-Endorfinas hemos detectado 3 distocias en el grupo de las “Preparadas” y en el grupo control 8 distocias. Calculado el “Chi Cuadrado” fue de 2,01 lo que denota que no es significativa la diferencia de las 2 muestras.
Finalmente se comprobó que determinado el “pH” del Recién Nacido, en cordón umbilical, se observó que en las parturientas “Preparadas” el “pH” de los hijos presentaban una media de 7,33 pg./ml., siendo su “S” de 0,04. Mientras que en los neonatos del grupo control, “No Preparadas”, su media aritmética fue de 7,25 pg./ml., presentando una “S” de 0,07. Calculada la “t” de Student es de 4,88, lo cual indica una diferencia significativa para un nivel menor de 0,001. (fig.5).
Calculado el test de Apgar, al minuto de nacer, se comprobó que en las gestantes “Preparadas” su media era de 8,22 pg./ml., con una “S” de 0,76. Mientras en los neonatos de las “No Preparadas” su media aritmética fue de 6,79 pg./ml., con una “S” de 1,83. Siendo la “t” de Student de 4,39 para un nivel de significación menor de 0,01. Vuelto a determinar el test de Apgar a los 5 minutos, la media en las “Preparadas” fue de 9,54 pg./ml. y en las “No Preparadas” su media fue de 8,50. (fig.6).
Comparando el “Test de Apgar” con el “pH” de los Recién Nacido, hemos comprobado que el coeficiente de correlación entre ambas variables es de 0,49 lo cual, estadísticamente es significativo, para un nivel de significación menor de 0,05.
Para concluir diremos que de nuestra investigación hemos sacado las siguientes conclusiones:
1.-La duración del parto desde su ingreso es más corto en las gestantes “Preparadas Psicofisicamente”.
2.-La tasa de Beta-Endorfinas en plasma materno es menor en las que han hecho una “Preparación Psicofísica”.
3.-La sensación dolorosa durante el parto es menor en las “Preparadas Psicoprofilácticamente”.
4.-La mani
s obstétricas son menores en las gestantes “Preparadas “ con cursos adecuados.
5.-Existe una relación directa entre “pH” del neonato y la tasa de Beta-Endorfinas.
6.-Existe una relación directa entre la tasa de Beta-Endorfinas y el “test de Apgar” del neonato.
7.-La preparación Psicofísica de la embarazada hoy en día es indispensable socialmente, ya que es un bien para la gestante demostrable con toda objetividad.
Pero no hay que olvidar, que la única artífice y protagonista del parto es la mujer y que, de su libertad dependerá el éxito de su “Preparación”, dado que, de su tenacidad y constancia dependerá su bienestar y como decía Don Santiago Ramón y Cajal:
“La voluntad no es innata, es virtud que nace de la constancia y cada uno esculpe su cerebro”.