La enseñanza de la historia de la Veterinaria como disciplina académica.


LAENSEÑANZA DE LA HISTORIA DE LA VETERINARIA




COMODISCIPLINA ACADEMICA


 

Discursode Ingreso del Academico Correspondiente,

Ilmo. Sr.D. Miguel Angel Vives Vallés.

8 de Mayode 1996

 

 

Excmo.Sr. Presidente, Ilustres Académicos, Señoras y Señores.

 

            Nunca he entendido cómo es posibleque los veterinarios no nos abalancemos sobre el montón correspondiente aldeseo de conocer y comprender nuestro pasado, nuestras vicisitudes, nuestrascontradicciones, nuestra consideración como colectivo en el marco de unasociedad cambiante, nuestros hitos y figuras, y por qué no, nuestras vergüenzastambién.

            Con ese pensamiento, y en losmomentos de descanso de nuestra principal actividad, nos hemos dedicado a sacara la luz material olvidado, artículos relativos a los avatares de la profesióny, en general, a procurar un mayor conocimiento de nuestras vicisitudes einterioridades históricas, siempre desde nuestras modestas posibilidades. Peroalgo más podíamos hacer, y esto fue aprovechar una coyuntura especial, tal cualera la implantación de los nuevos planes de estudio de la licenciatura deveterinaria, para intentar de una vez proporcionar una cobertura oficial alestudio de la Historia de la Veterinaria, como asignatura obligatoria, si ellofuera posible, al menos en nuestra Facultad; y en ello estamos, a la espera deconvertir en tangible un deseo largamente acariciado, que si fue realidad en unmomento determinado, luego se olvidó.

            Si éstas son unas razonespersonales, no es menos cierto que podemos emplear también argumentos con mayorpeso, no en vano la Historia de la Medicina ha debido también justificar suexistencia y su interés. Por ello, y guiados de la mano del insigne maestro D.Pedro Laín Entralgo, podemos repasar las razones de la utilidad de la Historiade la Medicina que, en la práctica totalidad, podemos hacer extensivas alveterinario en cuanto a los beneficios que le puede reportar el conocimiento dela Historia de la Veterinaria.

            Así pues, y según Laín,
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qué puede y qué debe esperar un médico de la Historiade la Medicina? y, por extensión, un veterinario acerca de la Historia de laVeterinaria. Pues, básicamente, una utilidad que le permitirá aspirar a ser unhombre culto y un profesional con inquietud intelectual, puesto que talconocimiento proporciona dignidad intelectual, claridad intelectual,instalación en el presente, libertad intelectual y opción a la originalidad.

            Algo más prácticos se muestran otrosautores, como Kragh cuando esgrime los siguientes argumentos para justificar elconocimiento de la historia de la ciencia, dentro de la perspectiva necesariadel científico o del mero profesional.

            1.‑ Proporciona utilidadinmediata para el trabajo diario, porque permite una evaluación crítica de losconceptos y métodos en uso, mediante el instrumento aportado por la historia dela ciencia.

            2.‑ Aporta de nuevo unimprescindible instrumento de análisis de las interacciones ciencia‑técnica‑sociedad,ubicando el quehacer concreto en un determinado nivel de aceptación social y deinfluencia.

            3.‑ Su estudio esimprescindible para el conocimiento que pretende tanto la filosofía de laciencia como la sociología de la ciencia, si bien sus relaciones sontremendamente complejas.

            4.‑ Por estudiar la naturalezade un conocimiento científico determinado, es capaz de convertirse en unadisciplina que enseña a ejercer la crítica sistemática, permitiendo unalejamiento de posturas dogmáticas.

            5.‑ A través de su cultivo,los científicos podemos alcanzar una perspectiva humanística de la que nosdespoja el mero conocimiento de una ciencia y unas técnicas determinadas.Representa el nexo de unión entre las ciencias experimentales y lashumanidades.

            No por ser de casa, nos parecenmenos importantes los argumentos esgrimidos desde hace largo tiempo porpersonalidades como Cordero del Campillo.

            Finalizada esta exposición a modo deintroducción, es preciso que pasemos a exponer, desde nuestro particular puntode vista, aspectos concretos de la Historia de la Veterinaria considerada comodisciplina académica, esto es, su concepto, el método de enseñanza, elcontenido de la materia y, finalmente, sus fuentes de estudio o deconocimiento, a la manera más clásica y de todos conocida, es decir, como unproyecto docente.

            Con respecto a la historia, ladefinición que nos brinda el diccionario de uso del español no es única, sinoque se refiere a varias formas de entender su concepto, como son: narración yexposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos oprivados. Disciplina que estudia y narra estos sucesos. Conjunto de los sucesoso hechos políticos, sociales, culturales, económicos, etc. de un pueblo o unanación. Conjunto de los acontecimientos ocurridos a una persona a lo largo desu vida o en un período de ella.

            En las cuatro definiciones seestablece una clara distinción, perceptible por cuanto las dos primeras usan eltérmino “narración” que incluye, obviamente, un modo de escribir y unsujeto que introduce subjetividad en el esquema; mientras que las siguientes serefieren globalmente a la enumeración o cuantificación de una serie de hechos,lo que, al menos a priori, no introduce subjetividad en el concepto.

            Esta idea se refuerza siconsideramos el significado de la palabra “historiografía”, cuyaprimera acepción se refiere nada menos que al “arte de escribir lahistoria”, siendo las otras: estudio bibliográfico y crítico de losescritos sobre historia y sus fuentes y de los autores que han tratado de esasmaterias; conjunto de obras o estudios de carácter histórico.

            Parafraseando a Laín, la historia denuestra disciplina se nos muestra forzosamente vista desde el presente. Larealidad exige que la historia sea “sabida” desde el presente pero”expuesta” desde el pasado. La historia escrita es relato y el relatodebe hacerse narrando en primer término lo que sucedió antes y luego lo queocurrió después, lo cual no quita sucesión al ensayo de contar la historiadesde el presente hacia el pasado.

 

            Tradicionalmente, la descripción dela historia ha evolucionado a partir de un cronologismo lineal (descripciónlineal que discurre desde la antigüedad hasta nuestros días) con un acentoespecial en las efemérides, biografías de hombres ilustres o grandes hitoshistóricos; que incluían juicios de valor o no (recuérdese: “la historiala escriben los vencedores” …) y generalmente al servicio del poderestablecido o al menos con su conformidad, lo que en nuestro mundo culturaloccidental ha generado una tradición eurocéntrica y occidentalista (lo nuestro eslo mejor, o lo único), con tintes positivistas (evolución positiva a ultranza).

            En la actualidad, la evolución delestudio de la historia nos ha llevado al concepto de HISTORIA TOTAL que, segúnVilar, es el estudio integrado de todas las actividades de las sociedadeshumanas a lo largo del tiempo, que ha sustituido ventajosamente la acumulaciónde hechos en compartimentos estancos, por la integración articulada de losresultados que proporcionan los estudios historiográficos. Este enfoquerequiere la reconstrucción meticulosa de la compleja red de relaciones,dependencias y condicionamientos que ligan a distintos planos la realidadhistórica global, constituyendo lo que se conoce como “contextohistórico”.

            Esta tendencia actual se ha servidoy se sirve de diferentes formas de estudiar la historia, que no han de serforzosamente excluyentes sino que pueden llegar a complementarse, como son, ohan sido, las tendencias: macrohistoria, microhistoria, historia externa ehistoria interna. Estas formas de entender la historia, que han significadotendencias diferentes y escuelas antagónicas, deben ser entendidas como puntosde vista complementarios para explicar la historia total a partir de diferentessupuestos, así como su posterior integración.

            La perspectiva actual ha hecho quela antigua concepción de la historia con un claro objetivo (preparar el mejorfuturo), haya dado paso en la actualidad a una dispersión de concepciones,pluralidad de métodos, desmigajamiento de temas y, en definitiva, a la pérdida deun objetivo claro. “Los historiadores no saben con seguridad para quésirve su profesión”.

            A pesar de todo ello es necesariobajar un escalón hacia la concreción de lo que será nuestro objeto de estudio(la Historia de la Veterinaria), pasando a considerar un aspecto másespecializado de la historia, cual es la historia de la ciencia, cuya correctaperspectiva viene dada en cuanto la consideremos simplemente como unadisciplina historiográfica especializada; como una más de las vertientes delsaber histórico, pero con su propia autonomía.

            La primera tarea de la investigaciónhistórica de la ciencia ha de consistir en delimitar las áreas de actividad delas sociedades humanas que constituyen su objeto de estudio, poniendo especialcuidado en no proyectar hacia el pasado la concepción actual de una determinadaciencia con sus especialidades, puesto que la mayoría de las veces éstassimplemente no existían. Por el contrario, es preciso partir de las diferentesfuentes que permiten acercarse lo más objetivamente a la realidad social de laépoca, y caracterizar aquellas actividades que merecen el calificativo decientíficas, según reglas previamente convenidas y homogéneas. Hecho esto, serequieren sucesivos análisis externalistas e internalistas (reconstrucción delos correspondientes saberes científicos como interpretaciones o explicacionesde la realidad y fundamento de aplicaciones prácticas).

            Como bien dice el profesor LópezPiñero, en general lo que denominamos ciencia, considerado históricamente,suele ser un panorama abigarrado que incluye diversidades en el ritmo históricoy en los niveles de desarrollo, de modo que pueden coexistir cronológica, eincluso geográficamente, disciplinas con notable autonomía y firmeza, en cuantoexplicación coherente de una porción de la realidad, junto con otrascondicionadas por factores de tipo práctico, siendo únicamente una colección dedescripciones o conocimientos empíricos, más o menos ligados a planteamientosespeculativos que propiamente científicos.

            Abunda el mismo autor en su críticacuando afirma que el estudio de la historia de la ciencia en España hapermanecido al margen del proceso de institucionalización de la enseñanza y lainvestigación histórico‑científica, sin instituciones propias,cultivadores profesionales o líneas de trabajo continuadas, huérfana de unaprendizaje regular de técnicas especializadas de investigación. Por ello, losestudios sobre historia de la ciencia en España son un conjunto disperso yheterogéneo con un núcleo reducido de trabajos rigurosos y una gran mayoría deproductos de la improvisación. Esto hace que la actividad científica dentro dela historia de la ciencia en nuestro país no sea un capítulo relevante en lahistoria de España, no permita la comparación con otros países, y esta falta deinformación sea a menudo confundida con el vacío histórico. Finalmente, laausencia de una enseñanza regular de la disciplina en nuestras universidadesconstituye un importante obstáculo a su desarrollo puesto que, para loscientíficos, la historia de la ciencia suele ser una mera curiosidadhumanística (casi con sentido peyorativo) desconectada de su dedicaciónprofesional. Para los historiadores es un incómodo epígrafe que se resume enunas frases apresuradas dentro del capítulo “cultural”.

            Antes de pasar al siguiente peldañoen nuestro discurrir, es preciso siquiera dejar anotada aquí la complejidad delámbito que pretendemos hallar, puesto que de la idea primigenia de la historiade la ciencia como un simple relato cronológico, más o menos lineal, hemospasado a través del tiempo a un conjunto de disciplinas que, si bien unidas ensu sujeto de estudio (la ciencia), presentan una pléyade de diferenciassustantivas en cuanto a su naturaleza, origen, cultivadores, método de trabajo,objetivos específicos, etc.

            Vemos, pues, que a estas alturas delsiglo XX abordar la historia de la ciencia o, más concretamente, de nuestraparticular disciplina con el único bagaje de nuestra profesión y coninmensurable empeño, puede quedar reducido a un simple “buenpropósito” como no se utilice el estudio integrado entre historiadores,sociólogos, filósofos y científicos, tendiendo a la ya citada historia total.

            A pesar de todo, y aún con el riesgode que sólo lleguemos al límite del buen propósito, es necesario considerardentro de la historia de la ciencia el estudio balbuceante, siquiera, de laHistoria de la Veterinaria como materia curricular.

            La Historia de la Veterinaria comodisciplina académica,  comienza con elplan de estudios de 1847 con una asignatura denominada “Historia‑Bibliografíay Moral Veterinaria”, cuya enseñanza fue encomendada al catedrático de laEscuela de Madrid, Ramón Llorente y Lázaro quien, como era costumbre, escribióun texto cuyo título era “Compendio de la bibliografía de la veterinariaespañola, con algunas noticias históricas de esta ciencia en nuestra patria,…” que fue publicado en Madrid en 1856.

            Como bien apunta Barona, la vigenciade la corriente médica del positivismo naturalista llevó a algunos médicos aacercarse a su propio pasado, desprendiéndose del saber antiguo como materialde uso corriente en la práctica y pasando a contemplar su propia historia comoalgo anecdótico, pero bien visto. La preponderancia de la ciencia alemana, haceque el propio Llorente, en su dedicatoria, reconozca que una importantemotivación para escribir su libro residió en la lectura de la obra”Recherches de Pathologie comparée”, del veterinario alemán FedericoHeusinger.

            A partir de 1847 (en el plan de 1854de Madrid, en quinto año se impartía la Historia y la Bibliografía; en 1857,Historia crítica de estos ramos), se mantuvieron hasta que dejaron de figuraren los sucesivos planes de estudios, una vez que falleció Llorente.Reaparecería en el plan de 1931, impartiéndose en segundo curso una Historia dela Veterinaria que volvería a desaparecer.

            En todo caso, y a diferencia denuestras hermanas Medicina y Farmacia, nunca hubo una cátedra de Historia de laVeterinaria independiente.

            Sin embargo, sí podemos establecerun paralelismo entre el comportamiento seguido por los cultivadores de lahistoria de nuestra profesión y los de otras profesiones, en especial los de laHistoria de la Medicina. Así, a través de la historiografía más antigua (dentrode la estricta tradición erudita), podemos encontrar referencias de aquellosque dejaron sus escritos acerca de los autores y obras escritas, así como suimportancia. Uno de los primeros precedentes es precisamente sobre bibliografíamédica y es de Galeno (De libris propiis liber y De ordine librorum suorum), sibien sabemos que Celso y Plinio también proporcionaron noticias acerca dequienes les precedieron. Los repertorios bio‑bibliográficos destacan enel mundo islámico ya desde el siglo X (Kitab‑al‑Fihvist deltratadista Ibn‑an‑Nadin, 936‑995, uno de los primeros).

            Hay algunas obras de recopilación,tanto bibliográfica como biobibliográfica de las que merece reseñar lassiguientes:

            La primera de ellas corresponde aAlonso Suárez. Médico de la ciudad de Talavera, escribió su “Recopilaciónde los mas famosos autores griegos y latinos que trataron de la escelencia ygeneracion de los caballos y asimismo de como se han de doctrinar y curar lasenfermedades”. Contiene porciones de las obras de: Pedro Crecentino,Mossen Diaz, Jenofonte, Laurencio Rusio, y la Hippiatrica.

            Su importancia y características yafueron bien puestas de manifiesto por Sanz, y bástenos considerar que esta obraes coetánea de la formación de la biblioteca de Hernando Colón, muerto en 1539,o la de Conrado Gesner y su Bibliotheca Universalis, publicada en 1545.

            Como hemos visto, al menos en susinicios, tenemos un desarrollo paralelo en las tendencias postrenacentistas dela afición a la erudición histórica. Pero podemos ir más allá, con la cabezabien alta, puesto que es conocido que hasta 1696 no aparecería, con Leclerc ysu “Histoire de la Médecine”, la primera tendencia crítica, que seapoya directamente en el estudio de las fuentes.

            Martín Arredondo, que escribióvarias obras de albeitería (1658: “Recopilacion de albeyteria sacada devarios autores”; 1661: “Flores de albeyteria”) y en la ediciónde 1669 incorpora “Prefaccion de albeyteria y su antigüedad y de loshombres notables que han escrito de ella, y de la estimacion que de si devehazer el buen albeitar”, al parecer primer tratado de historia de laalbeitería. Incluye muchos de los autores que han escrito de albeitería,juicios críticos sobre su obra, y otros nobles que ejercitaban el arte de laalbeitería. Con lo que de esta forma, aunque debamos ahondar mucho más en eltema, bien se le puede considerar o bien como muy al tanto de las tendenciascientíficas de su época, o bien como un adelantado.

             La tendencia crítica ya indicada llegaría a su cénit en el sigloXVIII con la Ilustración, y especialmente con Albrecht Von Haller, cuyasBibliothecae aparecidas entre 1771‑1788 incluyeron referencias de más de50.000 libros.

            Otras obras necesarias para elconocimiento de la historiografía veterinaria española son las siguientes:

            ‑ Anónimo (aunque atribuido aBernardo Rodríguez). “Catálogo de algunos autores españoles que hanescrito de veterinaria, de equitación y de agricultura”. Contiene, pororden cronológico, el año y lugar de impresión, las ediciones que se han hechoy un juicio importante del mérito de cada obra. Publicado en Madrid en 1790.

            ‑ Ramón Llorente y Lázaro.”Compendio de la bibliografía de la veterinaria española, con algunasnoticias históricas de esta ciencia en nuestra patria y con las reglas de morala que debe el veterinario ajustar su conducta facultativa”. Madrid, 1856.Servía como libro de texto para la asignatura de Historia y Bibliografía que seimpartía en los planes de 1847, 54 y 57.

            ‑ Juan Morcillo y Olalla.”Bibliografía veterinaria española”. Játiva, 1883.

            ‑ Eugenio Fernández Isasmendi.”Antigüedad de la Veterinaria e historia del periodismo de estaciencia”. Madrid, 1892. Si bien hace un leve recorrido histórico conreferencias bibliográficas, tiene un cierto interés (aunque sea por supartidismo militante) acerca de la historia del periodismo veterinario.

              Cesáreo Sanz Egaña. En su libro sobre historia de la veterinaria,además de la amplitud del tema, incluía una amplia reseña bibliográfica detodas las obras de albeitería entre 1500 y 1800. Madrid, 1941.

            ‑ Agustín Palau.”Bibliografía hispánica de veterinaria y equitación”. Madrid, 1973.Es, con mucho, la más exacta, si bien sólo contiene referencias hasta 1901.Incluye a menudo notas bibliográficas.

            Según reseña Sanz, otras obras quecontienen noticias sobre albeitería y veterinaria son:

            ‑ Braulio Antón Ramírez.”Diccionario de bibliografía agronómica y de toda clase de escritosrelacionados con la agricultura”. Madrid, 1865.

            ‑ Marqués de la Torrecilla.”Indice de la bibliografía hípica española y portuguesa”. (Copia eldiccionario de Antón Ramírez, sin nada nuevo). Madrid, 1916‑1921.

 


METODODE ENSEÑANZA DE LA HISTORIA DE LA VETERINARIA

 

            Cuando hablamos de método, nosestamos refiriendo a la manera sistemática de hacer cierta cosa, en este casode enseñar una disciplina académica como puede ser la Historia de laVeterinaria.

            Si bien no hay un manual de uso dehistoria de la ciencia, en general hay muchos datos acerca de lo que debehacerse al trabajar o enseñar esta disciplina, como por ejemplo:

                        ‑ Evitar lasanécdotas que reducen la producción científica o todo un desarrollo al azar oal ingenio de un solo sujeto.

                        ‑ Tener en cuentaque la historia no sólo es una cronología (cuidado con los anacronismos).Considerar las tendencias acerca de los enfoques anacrónico y diacrónico de lahistoria.

                        ‑ Evitar losprejuicios, considerando como ideas falsas las antiguas, sólo por serlo.

                        ‑ Tener presenteel mito de la explicación por los orígenes, puesto que no se trata de hacerárboles genealógicos ni de demostrar, como sea, una evolución progresiva ynecesaria.

                        ‑ Intentar laruptura de ciertas rutinas, como:

                                    ‑Totalización histórica.

                                    ‑Noticia docta y erudita (enumeración sistemática y rigurosa) que no da pie a laopinión personal.

                                    ‑Erudición sin hipótesis de trabajo, que no da pie a la reconstrucción de unpasado operativo.

                                    ‑Evitar el desarrollo temporal de los conceptos.

                                    ‑Eliminar los estudios milenarios plúmbeos que difícilmente muestran lotrascendental de una evolución.

                        ‑ Evitar la visiónsimplista: grandes figuras/grandes hitos.

                        ‑ Evitar eletnocentrismo (planteamientos nacionalistas que pretenden imponer como normauna tradición cultural).

                        ‑ Cuidado con elconcepto de ciencia como criterio de validez absoluta transcultural ytranshistórica.

                        ‑ Atención a laidea de iniciar la historia de ciertas disciplinas (ojo con la imagencontemporánea) en tiempos en que no existían como tales.

            Considerados todos estos axiomas oconsejos, es preciso seguir un método de enseñanza que incluya una faseorientadora acerca de lo que es la Historia de la Veterinaria, el lugar queocupa y sus propios objetivos.

            A continuación, y a partir de laadecuada conexión enseñanza teórica y trabajos prácticos, por parte del alumno,es necesario instaurar la capacidad crítica y los sistemas de trabajo queutilizará intensamente en el resto de la carrera y en su propia profesión(búsqueda bibliográfica, análisis de una determinada información a partir de ladescomposición de un todo en sus partes y síntesis como proceso inverso y consecutivo).

 


            CONTENIDO DE LA HISTORIA DE LAVETERINARIA

 

            Los descriptores de la materiaHistoria de la Veterinaria expuestos inicialmente en nuestro plan de estudios,son los siguientes: “Historia de la actividad veterinaria a lo largo delos distintos períodos de la Humanidad. Estudio de la albeitería ymariscalería, así como del nacimiento y desarrollo de las características delejercicio veterinario a lo largo de la historia”.

            Por otra parte, los nuevos sistemasde enseñanza planificados no sólo por la enseñanza teórica en el aula, sino portrabajos a realizar, compilaciones, horas de biblioteca o el empleo de textosadecuados, permiten una cierta libertad, no estando constreñida la enseñanza dela materia a las exclusivas horas de clase.

            En nuestra opinión, la planificacióndel contenido requiere una estructuración en dos bloques diferenciados. Elprimero de ellos debería preparar al alumno en aquellos conocimientos básicosque precisa para comprender la asignatura, como pueden ser:

            ‑ Conceptos de historia de laciencia, filosofía y sociología de la ciencia.

            ‑ Principales tendencias en elestudio de la historia de la ciencia.

            ‑ Instrumentos de trabajo enhistoria de la ciencia: historiografía, documentación, etc.

            ‑ Concepto de Historia de laVeterinaria y su posición dentro de la historia de la ciencia.

            ‑ Objetivos de la asignatura.

            ‑ Historiografía veterinaria.

            Tras sentar mínimamente unas basespara comenzar a trabajar, es tiempo de considerar la Historia de la Veterinariadesde una perspectiva cronológica. En este sentido, y por lo que respecta a lasposibles etapas en la Historia de la Veterinaria, se trata de cotejar lasdiferentes ideas que los principales autores que han tratado de veterinariatienen sobre el tema.

            Así, en España, Sanz parte del sigloXVI cuando considera que la albeitería está organizada y bien asentada,siguiendo una línea cronológica ascendente y no diferenciando en etapashistóricas definidas, llegando como gran hito a la fundación de las Escuelas.En todo caso, hace una escasa introducción desde la antigüedad hasta el sigloXVI.

            Finalmente Karasszon, uno de los másrecientes autores consultados, plantea una división en eras más acorde con loya visto en la Historia de la Medicina, dividiendo su estudio en las siguientesetapas:

‑La era de la curación animal intuitiva, empírica y mágica.

‑La era de la curación animal empírico‑racional (de los griegos aBizancio).

‑La era metafísica de la medicina veterinaria (islam, medievo, etc.).

‑La era del razonamiento científico (humanismo, renacimiento, reforma, fundaciónde las Escuelas).

‑La era del dominio etiológico (bacteriología, especialización veterinaria en lavía de la medicina comparada, …).

            En nuestra opinión, la visión másacertada corresponde a Karasszon, si bien el esquema general adoptado en laHistoria Universal de la Medicina, de Laín, puede servir perfectamente anuestros propósitos, adaptado, claro está, a las peculiaridades de la medicinaveterinaria.

            Laín sistematiza la historia en dosgrandes etapas, la era pretécnica y la era técnica de la medicina.

            1.‑ Era pretécnica: seextiende desde los orígenes de la humanidad hasta la Grecia antigua de lossiglos VI y V a. de C.

            2.‑ Era técnica:

            La conquista del carácter técnico dela medicina se produce a partir de tres aspectos fundamentales:

                        ‑ El médico sepropone curar al enfermo sabiendo porqué hace lo que hace. El remedio no actúapor “quien” lo aplica (hechicero) o del modo “como” seaplica (ritos, magia), sino en virtud de su esencia.

                        ‑ Esa actitudobliga a preguntarse al médico lo que son el remedio, el enfermo y laenfermedad.

                        ‑ El médicointenta responder a esas preguntas mediante los saberes fundamentales de unafisiología (ciencia de la naturaleza). Conocer lo que algo “es”equivale a conocer su naturaleza propia, que se funda en la naturalezauniversal y procede de ella.

            3.‑ Segunda etapa de la eratécnica:

            En ella se origina la incorporaciónde la medicina galénica a las tres grandes culturas de la edad media:bizantina, islámica y occidental.

            4.‑ Concepción moderna de latécnica:

            Durante la baja edad media seempieza a pensar que lo más radical y propio de la realidad humana no es larazón sino la libre voluntad, de modo que la técnica sea una creación humana yque el orden natural no puede imponer a la actividad humana límitesirrebasables. Comienza la idea de progreso indefinido.

            Comprende renacimiento, barroco,ilustración, romanticismo y positivismo, hasta el fin de la primera guerramundial. Sólo en los decenios centrales de este siglo se empiezan a desterrarlas ideas sobre enfermedades inevitables o mortales por necesidad.

            5.‑ El presente histórico:

            A partir de 1918 se instauran lostres rasgos de la medicina actual:

                        ‑ la conquista delcarácter técnico de la medicina.

                        ‑ la concienciaplena de la ilimitación de posibilidades.

                        ‑ la voluntad deasumir todo lo valioso que han pensado y hecho los hombres.

 


            FUENTES DE LA HISTORIA DE LAVETERINARIA

 

            Además de las consabidas fuentesdocumentales (escritas) y las propias fuentes que proporciona la folkmedicina(estudio de costumbres y tradiciones, transmisión oral, etc.), en la actualidadla tendencia a considerar la historia como el conjunto de manifestacioneshumanas en todos los ámbitos (historia total), plantea una renovación en las técnicasde investigación debido a las exigencias actuales, capaces de desbordar la másdensa erudición.

            De esta forma, la cercanía con lasciencias sociales ha permitido utilizar algunos recursos de éstas, como son:

            ‑ Epidemiología.

            ‑ Demografía histórica.

            ‑ Antropología cultural.

            ‑ Técnicas de laboratorio, convarios componentes:

                        ‑ Paleopatología.

            ‑ Ciencia y tecnología de lainformación:

                        ‑ bases de datos ytratamiento de datos.

                        ‑ indizacióncoordinativa, basada en la intersección de áreas temáticas o”thesauri”.

                                    ‑enlaces bibliográficos entre textos.

            ‑ Modelos matemáticos.

            Todos estos métodos historiográficosson los que, al aplicarse sobre una materia concreta dentro de la historia delas ciencias, obligan a una profesionalización creciente de aquél que pretendededicarse a estos menesteres, dejando en la cuneta a los aficionados y poniendode manifiesto la importancia de los equipos multidisciplinares.

 


            A modo de epilogo

 

            En 1979, con motivo de la jubilacióndel Prof. Laín, se publicó en un libro la que fue su última lección académica,que llevaba por título “Vida, muerte y resurrección de la historia de lamedicina” y que, por su paralelismo, bien puede ser aplicada a nuestraexistencia.

            Comenzaba el maestro poco menos quejustificando su materia de estudio a lo largo de tantos años, puesto que era suparecer que la Historia de la Medicina constantemente debía justificarse antesus destinatarios, y ello lo hacía mediante las vicisitudes que había sufridosu materia a lo largo de los siglos, sintetizadas en tres períodos: de vida, demuerte y de resurrección.

            A.‑ Período de vida:

            En tanto en cuanto el pasado delsaber médico era inmutable, los más antiguos tratadistas de medicina eranconsiderados como coetáneos. A pesar de los novatores, de todos conocidos, estosería así hasta el inicio del siglo XIX.

            B.‑ Período de muerte:

            Con Bichat y Magendie se inicia elmétodo anatomoclínico, con una amplia base en la experimentción animal. De aquíse pasa a la validez de los estudios antiguos no sólo como “cultura”del médico, sino como saber actual, en el período anterior, o la consideraciónde que los saberes antiguos no son más que erudición muerta, conocimientos queel médico necesita para ser culto pero no para ser médico.

            En esos momentos, el verdaderomédico se sentía obligado intelectualmente a tomar en consideraciónestrictamente el conocimiento científico de la enfermedad, desde el punto devista de la ciencia positiva, basado en cuatro pilares como eran:

                        ‑ observaciónsensorial (directa o instrumental).

                        ‑ experimentación.

                        ‑ mensuración.

                        ‑ inferencia deleyes científicamente rigurosas.

            Todo lo anterior (históricamente)era pura especulación, excepción hecha de algunos hitos, claro está.

            C.‑ Período de resurrección:

            En tanto en cuanto la Historia de laMedicina como parte de la historia de la ciencia es capaz de aportar una partesignificativa a la historia total del ser humano, tiene una utilidad no sólocomo saber “de adorno” sino como ciertamente útil.

            De alguna forma, como antes habíamosapuntado, es posible reconocer en estas fases los mismos avatares que hasufrido la Historia de la Veterinaria, habiendo pasado claramente un período devida y otro de muerte. Con respecto al tercero, el de resurrección, más bienparece que hay un tímido renacer antes que la pujanza que en la disciplinahermana se ha seguido. En todo caso, una perspectiva que permita un inicioesperanzador está representada por la preparación de cursos monográficos dedoctorado primero, y la inclusión de una disciplina como la Historia de laVeterinaria, de carácter obligatorio (preferentemente) u optativa (en el peorde los casos) en la remodelación de los planes de estudio de la licenciaturaactualmente en vigor, tal y como previsiblemente ocurrirá en las Facultades deCáceres y Madrid.

            De esta forma, con un renacer quizástímido pero indispensable, junto a una profundización en las técnicashistoriográficas y una progresiva profesionalización, podemos encarar el futurocon una cierta perspectiva.

 

 

 

            En todo caso, la complejidad alabordar la Historia de la Veterinaria globalmente propiciará, sin duda, unaespecialización tendente a dotar de una preparación específica en los métodosde trabajo de la historia, junto con la deseable formación en veterinaria.