07 Mar La digestión ruminal y su pilotaje.
LADIGESTIÓN RUMINAL Y SU PILOTAJE
Discursode Ingreso de la Académica Correspondiente
Ilma.Sra. D
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. M
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Teresa de Jesús García Lara
26 deFebrero de 1997
El proceso digestivo de los rumiantes, concaracterísticas singulares y complejas respecto de los Hidratos de Carbono,Proteínas y Grasas, realizado por la variada flora ruminal está sirviendo debase para conocer las posibilidades que tenemos para dirigir esos procesosfermentativos que, por otro lado, sirvieron de apoyo a la Biotecnología humana(García Garibay et al., 1993). Esta es una ciencia multidisciplinar, en la queintervienen la Microbiología, la Bioquímica, La Biología Molecular, y laIngeniería Genética, actualmente en uso para profundizar en el estudio de lasfermentaciones cara a la dietética humana. Y que podría llegar a ser hastacompetitiva a la hora de alimentarnos frente a los propios rumiantes.
Para realizar un pilotaje apropiado del racionamiento enlos rumiantes debemos de seguir algunas normas de carácter general.
– Las raciones se adaptarán alos fines zootécnicos o productivos a que destinemos los animales.
– Se procurará que no hayacambios en las dietas que suministremos, pues ello lleva inherente la necesidadde alteraciones en la flora ruminal.
– Se preferirá un sistema delibre servicio, para que se alimenten sucesivamente, y así mantener unaconstitución homogénea de la flora microbiana del rumen.
– Procuraremos que existanelementos en la ración que ofrezcan una determinada dificultad en lamasticación y que determinen una segunda ruminación, con el fin de que laingesta se insalive debidamente. De esta manera queda alcalinizada a fin deevitar los problemas de acidosis que pueden producirse si el alimento esexcesivamente fermentescible, por culpa de los excesos de azúcares o dealmidones muy degradables dentro de la unidad de tiempo.
– Aportaremos una raciónequilibrada y completa evitando dar, por ejemplo, concentrados durante losordeños, ni suministrar tampoco alimentos exclusivamente de volumen. Siempre buscaremosla compensación.
– Nos acercaremos en lo posiblea los “sistemas integrales” de alimentación para el ganado bovino yovino preconizados por Owen (1981) que “están basados esencialmente más enel concepto de la productividad individual que en el colectivo”,considerando los problemas de distribución, ya que la mano de obra es un puntocada vez más problemático. Igualmente se recomienda el empleo casi continuadode ensilados que, siendo cada vez más populares, constituyen la base de unaalimentación única, dar así mismo, los alimentos ad libitum y concienzudamentemezclados, cubriendo las necesidades de los animales.
El aporte de una alimentación integral conlleva laadministración de concentrados y forrajes mezclados. Eligiendo más de losprimeros las producciones obviamente serán más elevadas. Pero, en general enestas dietas integrales evitaremos:
– los cambios brutales del pHdel rumen
– que el contenido ruminal seamenos ácido, con una alimentación más frecuente. La relación del ácidopropiónico al 1:3 respecto a la totalidad de los ácidos grasos volátilesfavorece una producción normal de grasa en la leche
– tender hacia una fácilpolución de las bacterias celulolíticas, por razones de economía
– una producción de amoniacomás homogéneamente liberado, facilitándose el aumento de la formación de lasnuevas estructuras bacterianas y por otra parte, se amplia la utilización delnitrógeno no proteico
– todo ello se traduce en elempleo de fuentes de energía más económicas al utilizar mejor los forrajes.
El tema que nos ocupa debe de comenzar por el estudiodenominado “control de los sistemas de alimentación” como:
. el control de la digestión delos Hidratos de Carbono, en función de su digestibilidad en el rumen,considerando la velocidad de degradación, el almidón protegido) y, la digestiónde las paredes celulares
. la problemática de ladigestión proteica en sus distintas vertientes: el aprovechamiento delnitrógeno inorgánico, el conocimiento del ciclo del amoniaco; la problemáticade la alimentación, de la proteosíntesis; microbiana, el condicionamiento delas inhibiciones de ésta o la desaminación (como medio de ahorro de energía);la necesidad de proteger, por razones metabólicas y de altas producciones, losaminoácidos indispensables
. la debida consideración quemerece el aporte lipídico (que incrementa el poder energético de la ración;mantiene determinadas estructuras -como las grasas protegidas- frente a ladesintegración ruminal e impide las fermentaciones del metano)
. el control del pH del rumenel empleo de ciertas sustancias tampón que inciden igualmente en la digestión ypor tanto en los sistemas de alimentación, a través de la productividad yproporcionalidad de los ácidos grasos volátiles
Recientemente Jouany, 1994, señala cuáles son los puntosa considerar para realizar el pilotaje acertado del rumen: los antibióticosionóforos y otros, los factores de crecimiento de los microbios del rumen, la
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defaunación
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,el uso de sales minerales y sustancias tampón, los probióticos. Trataremosfinalmente el metano, por su actualidad e importancia ecológica en la economíaalimentaria animal.
El criterio del pilotaje de la panza debe de abarcarsedesde distintas facetas, todas ellascoadyuvantes y convergentes hacia el punto de unión que constituye el finpráctico por el que podemos realizar estas intervención zootécnica en losrumiantes.
En la producción animal los objetivos que se consiguenutilizando los aditivos (Thievend et al., 1991) son: el manejo de la actividadmicrobiana; el control de la funcionalidad en el tracto digestivo; elsuministro de nutrientes complementarios; la intervención en las funciones delos órganos y el manejo de la actividad hormonal.
Diversos elementos actúan sobre la digestión ruminaldesde múltiples facetas y circunstancias que hacen cambiar desde el exterior lamarcha de la digestión. Se modifican los productos terminales de ésta queposteriormente se metabolizarán hacia una u otra productividad (carne, leche,lana, etc.), iniciándose incluso por la producción del carburante biológico delos rumiantes, que en vez de estar promovidos por la glucosa, se hace al partirdel ácido propiónico (Journet et al., 1995).
La cantidad total de los ácidos grasos volátiles así comosu pro-porcionalidad se conduce, mediante fermentaciones controladas, haciadistintos caminos a semejanza de lo que ocurre, por ejemplo, en la fermentaciónetílica.
Hay que considerar que son los sistemas biológicosruminales bacterianos, protozoarios y hongos, sus cantidades y proporciones,los que condicionan esta digestión necesitando de un equilibrio para conseguirlos mejore resultados ya que no toleran los cambios drásticos. Laformación de una nueva flora en función de una dieta necesita de unos 15 díasde adecuación, no admitiéndose las sustituciones alimenticias por merassemejanzas químicas.
Los antibióticos ionóforos.
El empleo de éstos en bovinotecnia ha sido amplio,actuando inicialmente al modificar la semipermeabilidad de las membranascelulares. Sus acciones serían: se trata de factores de crecimiento (Journet,1995), poseen una acción germicida a nivel intestinal (antidiarreicos), sonusados como complementos en las crianzas intensivas. En el vacuno de carnemodifican la permeabilidad de las células microbianas a los iones de sodio,potasio y calcio (Poncet, 1981). Además, los ionóforos disminuyen ladigestibilidad de la fibra del rumen (Van Nevel, 1991); incrementan lametabolicidad de la energía de las raciones y la cantidad total de proteína quepasa al intestino delgado; favorecen la supresión de la flora microbiana(Alvarez Nogal, 1987) ; actúan sobre los productos terminales de lasfermentaciones; tienen efectos sobre la digestión de las proteínas, glúcidos,almidón y glúcidos parietales (Bondi, 1989; Giuovanni et al. 1983; Jouany,1994). Incluso no se ven afectados por su uso el peso y la composición de lascanales (Berge et al., 1987).
Cuando se emplean estos aditivos en los novillos y erales(Vermorel, 1995) con dietas ricas en cereal se provoca un aumento de la producción de propionato aexpensas del acetato y del butirato, con una tasa reducida de metano (Church yPond, 1977).
En el ganado ovino (Jouany y Senaud, 1978, Baran et al.,1986) aparecen efectos positivos de los antibióticos ionóforos en lotes deanimales con dietas de volumen, en comparación con las de concentrados.Incrementan el peso vivo y no dejan residuos en las canales, como con ellasolacid y la monensina (Jelinek etal, 1986).
Otros antibióticos.
En principio, el fin para el que se emplean los antibióticoses meramente destructivo de los gérmenes posiblemente malévolos y en general,podemos afirmar que las acciones en la fermentación ruminal no entrañan más queun aspecto colateral de la idea de los antibióticos.
En la fermentación del rumen cuando se suministranprofilacticamente antibióticos en cantidades pequeñas y continuas o bienterapéuticamente a grandes dosis los resultados obtenidos son contradictorios.Con las tetraciclinas se produce una depresión temporal de la digestión de lacelulosa. Además, en el rumen existen cepas de organismos que son resistentes aestos medicamentos. La penicilina posee una acción selectiva sobre los hidratosde carbono solubles, sirviendo en Nueva Zelanda para controlar los meteorismos.
Los antibióticos y las vitaminas del grupo B mejoran laacción antiureasa, y pueden reducir los accidentes de meteorización,disminuyendo la producción de gas, yademás aminoran el apetito de los animales. En individuos de más de un año, losantibióticos en los alimentos perturban la digestión ruminal temporalmente(Francois, 1965).
La aureomicina excita el “factor proteína”hecho que favorece el crecimiento de los individuos (Abrams, 1965).
El empleo de la penicilina, la clorotetraciclina, laterramicina y en menor grado la estreptomicina y la bacitracina, comosustancias normales y alejadas de su acción antibiótica estricta, para retomarinterés en el camino de la potenciación de ahorro de alimentos, funciónmeramente zootécnica.
Los resultados de los antibióticos en los rumiantes sondiferentes a los logrados en los animales monogástricos (Mc Donald et al.,1975) ya que la nutrición de los primeros depende sobre todo del crecimientomicrobiano y si estas sustancias químicas suprimen la actividad de losorganismos microcelulolíticos, elproceso digestivo se complicaría. En los rumiantes adultos que reciben dietaspobres en volumen, los antibióticos favorecen la ingestión voluntaria cuando elcontenido en proteína es limitante y ladigestión del almidón, particularmente en dietas tipo “baby beef”(vacunos cebados con cebada).
La flavomycina produce la inhibición de la biosíntesis dela célula bacteriana. Su empleo como aditivo en las formulaciones de piensoscompuestos para todo tipo de animales provoca una mejora en la asimilación delpienso, aún tratándose de efectivos extensivos de engorde.
En España, la kanamicina (Zamora et al., 1978) empleada adosis altas afectó negativamente a la fermentación ruminal del nitrógenoureico.
Existen tan sólo unos pocos antibióticos (Poncet, 1981)que inhiben temporalmente la producción de ácido láctico y de ácidos grasosvolátiles; los antiprotozoarios condicionan el papel de estos microorganismosen la nutrición del rumiante.
Pero no solamente los antibióticos trabajan sobre elrumiante de carne, ya que la virginamicina, por ejemplo, favorece la producciónláctica en esta especie zootécnica (Wang et al., 1986).
La avoparcina, sin propiedades ionóforas, posee un efectosignificativo sobre la digestión y en los rendimientos zootécnicos, que lahacen aproximarse a los antibióticos ionóforos. Jouany (1994) confirma suempleo cara a los ganaderos, la Cámara de Agricultura del País del Loira,(1995) y el Instituto de Crianza y deControl Lechero francés, ya desde 1990 su uso está autorizado como antibióticoalimenticio y como aditivo desde 1995. El coste de la suplementación es pequeñoy en el conjunto del periodo de lactación se gana kg de leche adicional poranimal y día; son buenos promotores para la producción animal (Corpet, 1996).
Los antibióticos al ser medicamentos alimentariosprotegen, así la supresión de estos factores utilizados a dosisinfraterapeúticas costaría 3,6 billones de dólares por año a los consumidores,tal y como expresa el Profesor Ferrando (1988).
Los probióticos.
Fue con un trabajo de Metchnikoff datado en 1908(Hernanz, 1991, y Tournut, 1989) cuando se relataron las facetas benefactorasde los lactobacilos, para posteriormente, en 1974, proponer el término de”probióticos” en contraposición al de antibióticos, ya que la primeraacepción hace referencia a los efectos favorables de la vida.
Los probióticos son microorganismos vivos (Mattews -1988-citado por Ducluzeau et al., 1991) en forma de polvo los cuales contienencultivos de productos de su metabolismo (Ducluzeau et al., 1991). Lacomposición es a base de bacterias Gram + y -, levaduras u hongos.
En el vacuno de alta producción al comienzo de lalactación su empleo activa la digestiónruminal, con repercusiones positivas en el apetito, en la eficiencia alimenticia,en la producción de leche y en las tasas butirométrica y proteica (Hernanz,1991). Además, aumentan la actividad celulolítica de las bacterias ruminales(Jouany,1994).
La toyocerina en los rumiantes tiene un efecto tampón, esdecir, normalizando la acidez en los casos de hiperalcalinidad a través de unincremento de la producción de ácidos grasos volátiles (ampliando laconcentración de los ácidos acético, propiónico y reduciendo la de butírico).En los terneros, con este producto se consigue un avance en la ganancia mediadiaria.
El neupran es un producto natural y un estabilizadormetabólico. Se recomienda para los casos de disbiosis ruminal, ya que actúadesarrollando las bacterias saprofitas, y para estimular las defensasorgánicas.
Ciertos minerales u oligoelementos pueden operar comoprobióticos en el metabolismo ruminal. Además, existen ya estudios sobre laslevaduras modificadas genéticamente e incluso provocando alteraciones en elgenoma de las bacterias del estómago.
Así Saboureau (1995) señala cómo el ácido fitico de loscereales (trigo), se transforma en fósforo asimilable por la acción dedeterminados probióticos. Indirectamente, la digestibilidad se incrementa,potenciando la actividad de la flora ruminal. Existen relaciones entre la estimulaciónde las levaduras por la actividad de un hongo, con la disminución del riesgo dela acidosis, la mejora de la producción lechera y del crecimiento. Participanen una mejor digestión de la celulosa, así como favorecen el desarrollo de lasbacterias productivas de gas metano, inútiles, por otro lado, con finesnetamente productivos.
Además para el ganadero es interesante las asociacionesde levaduras con gabolizados (productos antioxidantes derivados de la autolisisy del tratamiento enzimático de los pescados de los fondos helados del mar yricos en proteínas, lípidos, selenio y vitamina E). El efecto de losgabolizados (que en Inglaterra se denominan “booster”) se traduce enayudar a la actividad de la flora ruminal, protegiendo la fragilidad de losácidos grasos. La administración de levaduras-gabolizados está indicada en losrumiantes que se encuentran en fase de plena producción láctea, colaborandoademás con la reproducción,…
Sustancias tales como el monopropilen glicol (MPG) seutilizan en ciertos casos y ocasiones para prevenir y tratar las cetosis (Hodeny Coulon, 1991), aminorando la síntesis de las grasas; es un aditivo quemezclado en la ración es apetecible para los animales de leche, el principalinconveniente zootécnico radica en su elevado coste.
Las sales minerales y lassustancias tampón.
Marcaremos las necesidades para la digestión microbianadel rumen (Gueguen et al., 1987). El azufre se hace necesario para lograr laoptimización de los contenidos ruminales, ejerce una acción benefactora sobrela proteosíntesis y la celulolisis de raciones con proporciones elevadas deensilado de maíz, o con hierbas tropicales, o bien de forrajes tipo festuca ode pajas tratadas.
Las sales minerales en general tienen un papel positivocomo activadores enzimáticos y sobre el medio ambiente que rodea a los gérmenesruminales: poder tampón, presión osmótica y tasa de renuevo en la fase líquida.
La cantidad defósforo necesaria para estosprocesos (celulolisis y proteolisismicrobiana) es generada por el medio salivar .
El magnesio, el sodio, el calcio y el potasio sonfrecuentemente utilizados para sustentar y manipular las fermentacionesruminales. En concreto las sales de calcio nos permiten contener lasdepresiones de la celulolisis debidas al aporte de materias grasas en lasraciones para el ganado.
Las deficiencias de cobalto (enfermedad del”watsting'”) alteran también la actividad microbiana en losrumiantes.
El fluoruro sódico (Castellá , 1964) en elpienso facilita una mejor masticación,interviniendo positivamente en una superior ingestión de alimentos por partedel vacuno e incluso en el ganado equino a pastoreo.
La adición de bicarbonato de sodio a adecuadas dosispuede ayudarnos a controlar eficazmente los fenómenos digestivosen el rumen (Troccon y Pottier, 1995), favorece además la constitución ósea,aumenta la f’ecundidad y el apetito de las vacas. En las hembras de altaproducción las necesidades de bicarbonato de sosa son variables.
En la mayor parte de los estudios realizados “invitro” para analizar el efecto mineral sobre la fermentación del rumen seha tomado como punto de referencia la velocidad de degradación de la celulosa;ciertos minerales, a niveles bajos, ocasionan deficiencias en la digestión deésta.
El bicarbonato de calcio (Serieys y Vallet, 1991) impideuna reducción importante del pH, que es la consecuencia general a un ingresonotorio de concentrados.
Ciertos aditivos alimenticios (Hoden y Coulon, 1991)pueden obrar sobre la tasa butirométrica expresándose en la efectividad delbicarbonato sódico (que permite las caídas de pH del rumen), el óxido demagnesio (que aumenta los ácidos grasos a nivel mamario) y la mezcla de ambassales, que pueden incrementar el nivel butirométrico completando determinadasraciones (proporcionalidad de los alimentos concentrados, finura de laspartículas,…) y que provocarían en su extremo alteraciones sanitarias alganado tales como la ruminación insuficiente, la acidosis,…
Las raciones ricas en concentrados y pobres en forrajesprovocan deficiencias en la cantidad de grasa de la leche pudiendo mejorarsecon la adición de bicarbonato sódico, óxido magnésico, carbonato magnésico,carbonato cálcico e hidróxido cálcico (Sala Castell y Gómez Cabrera, 1983).
Ciertas sales de magnesio (Bouchet y Gueguen, 1983), elcarbonato y óxido, son sustancias tampón activas a nivel del rumen y delintestino. El magnesio influye directamente en la digestión ruminal a nivel delmetabolismo lipídico de la vaca lechera, estimulando la síntesis láctea.
El empleo de sustancias tampón se conoce a nivel deganaderos de vacuno lechero; éstas aumentan la materia grasa de la leche, laproducción lechera y neutralizan la posible acidez de este producto. En elganado de carne ayudan a la crianza intensiva y aceleran el engorde.
La defaunación del rumen.
Prácticamente se trata de la eliminación de losprotozoarios ruminales por el empleo de sustancias tóxicas a estosmicroorganismos (Jouany, 1994) .
Los diferentes géneros de protozoos no juegan el mismopapel en la panza. La eliminación de los protozoarios disminuye la degradaciónde las proteínas alimenticias y microbianas, y reduce la concentración delamoniaco en el rumen. En efecto, la defaunación en animales que reciben dietasricas en glúcidos solubles favorece el desarrollo de los ciliados holótricos.
En los corderos “meroxénicos” (con una floradigestiva simplificada, Fonty et al., 1983; Fonty et al., 1995) se aminora lacantidad de ácido butírico en favor del propiónico o del acético y de laconcentración en nitrógeno amoniacal, valores que se invierten ante laimplantación de protozoarios ciliados.
Por otro lado, los mencionados organismos puedentransformar ciertas toxinas. Los animales defaunados poseen una gransensibilidad al cobre tóxico.
Por el contrario, la presencia de protozoarios estárecomendada en las raciones que tienen como base forrajes suplementados conalmidón.
Exiten métodos para la eliminación de los protozoariosmediante sustancias químicas tóxicas para éstos, o por un lavado del rumendespués de tratar el contenido antes de su reintroducción. Las técnicas queejecutan los laboratorios podrían ser efectuadas en el campo.
Se puede proceder a la filtración con tamices de nailonpara separar los ciliados holótricos (más flexibles), de los oligótricos (másrígidos).
Hay descripciones de la interacción protozoos, bacterias(Cordero del Campillo, 1965): cuando se defauna la panza el número de bacteriasse incrementa considerablemente, mientras que la refaunación va seguida de unareducción de éstas a niveles normales, se pueden eliminar todos los ciliados ycon la posterior siembra de clones, de poblaciones monoespecíficas, la técnicase basa en el ayuno prolongado seguido de aportes de soluciones de sulfato decobre.
Se ha observadoque una ración a base de paja de trigo tratada con amoniaco y con unasuplementación de maíz provoca que la digestibilidad de la fracción fibraneutro detergente (NDF) esté disminuida.
En la defaunación sus efectos sobre los hongos, los datosexperimentales obtenidos hasta el momento son contradictorios.
Sobre losrendimientos animales los resultados no concuerdan. No hay duda de que ladefaunación tiene un efecto positivo sobre el suministro de aminoácidos a losanimales. Mejora el crecimiento de los jóvenes alimentados con raciones dedébil contenido en proteínas no degradables en la panza (Francois, 1965; UshidaJouany, 1985).
En un sentido más amplio el desarrollo de técnicas quemanipulan la genética molecular de bacterias proporcionan naturalmente opcionespara usar esta tecnología en las funciones ruminales.
Otra aplicación de las bacterias es que puedensuplementar aminoácidos esenciales, mejorando la nutrición proteica, y ayudar ala absorción de toxinas o antinutrientes.
Dentro de la manipulación genética bacteriana existen yaalgunos genes de bacterias del rumen que han sido donados en E. Coli y ademásvectores desarrollados para introducir nueva información genética dentro de losmicroorganismos ruminales. Existen aún mayores problemas para superar lamodificación genética de las bacterias de la panza y su uso “in vivo”para incrementar la fermentación ruminal. La aplicación de técnicas de clonajemolecular a las bacterias ruminales mejorará nuestro conocimiento de losmecanismos de regulación génica así como de su enzimología y fisiología.
En una visión futurista, los terneros transgénicos seránportadores de enzimas específicos que colaboren en la defaunación. EnInglaterra ya existen los “ratones rumiantes”, productores de endoglucarasaE pancreática capaz de digerir la celulosa (Guilloteau et al., 1994).
Factores de crecimiento de losmicroorganismos del rumen.
Uno de los métodos con los que podemos ejercer elpilotaje sobre las fermentaciones del rumen, es mediante la creación de unmedio ruminal en el que se desarrolle abundantemente la vitamina B1(Blain y Alves de Oliveira, 1994)
Con un régimen pobre en B1, la cantidad deésta encontrada en el rumen es superior a la aportada, hecho interesante desdeel punto de vista clínico, al ser un elemento causante del síndrome carencialde la necrosis del cortex cerebral (cuadro observado por nosotros en los ovinosde Hoya de Caja, que respondieron al tratamiento con la B1 durante ydespués del periodo de destete), aunque esta afección se presenta en los casosde aporte en exceso de azufre en la dieta, de acuerda con los estudioscanadienses y norteamericanos.
)
En qué circunstanciasalimenticias se produce la menor producción de B1?, en rumiantes lasnecesidades se cubren gracias a la síntesis en la panza; hecho que aparececuando los animales consumen forrajes más bien pobres, pero ricos en cobalto enlos sistemas intensivos de pastoreo cero.
La absorción de la vitamina B1 no puedehacerse a nivel de la mucosa ruminal, realizándose a nivel de intestino delgadoy en menores cantidades en el grueso.
En el aspecto terapeútico, se recogen casos deinsuficiencia en B1 por culpa de una acidosis láctica sanguínea,hecho a considerar en un debido pilotaje: ante la presencia de raciones debidamentericas en forrajes, la producción salivar aumenta y la enfermedad no debe deaparecer.
Desde un prisma metabólico la tiamina dispone de uncoenzima que actúa en el metabolismo de la glucosa, y existiendo una falta depoder de almacenamiento, el gasto de tiaminasa se produce cuando la ingesta esrica en Hidratos de Carbono, particularmente de almidón.
El suplemento alimenticio de vitamina B1puede, en ciertos casos, optimizar la acción fermentativa del rumen.
El metano.
Es de todos los elementos estudiados el más importante enrazón a las pérdidas energéticas que ocasiona (agua y atmosféricas) y a lapolución del medio ambiente. Efectivamente el metano, o gas de los pantanos(CHA) es un producto inflamable (el grisú de las minas de carbón), que formaparte del gas del alumbrado y es un contaminante atmosférico y de las aguasresiduales de alcantarillado generalmente desaprovechadas, al ser vertidas alos ríos causando peligros para la salud pública.
Como fuentes de metano (Vermorel, 1995), tenemos:
– un 21% lo suministran los pantanos,
– el 20% procede de los arrozales,
– el l4% tiene su origen en las energías fósiles,
– el 23% desde la panza de los rumiantes o de susdeyecciones,
– y un 22% de las termitas.
De esta manera podemos concretar que la producción demetano en nuestros rumiantes es en los novillos de 100 a 200 1. y en una vacade carne se puede calcular en unos 500 1.; las vacas de leche, lo producen enfunción de la productividad láctea (cantidad de leche durante un periodo de 24horas). Blaxter (1964), pone en evidencia que se manifiestan ‘vérticesagudos”, que corresponden al consumo de alimentos, mientras hayvariaciones pequeñas relacionadas con los tipos de actividad y eruptación en elvacuno. Igualmente, influye la clase de ración que dispensemos al animal conestos hitos concretos que pasamos a resumir:
– Blaxter y Clapperton en 1964,señalaban que con la digestibilidad del régimen alimenticio aumentaba la cifrade metano paralelamente, como consecuencia de las digestiones ruminales,influyendo de igual forma las características físicas y la composición químicade los regímenes.
– También importan lostratamientos tecnológicos de los forrajes, así el molido y la aglomeraciónproducen una disminución de las fermentaciones celulolíticas, y hacen bajar laproducción de metano del 7,6 al 4,6%. Vermorel, 1995, señala que el uso de laalfalfa y de la festuca deshidratadas y condensadas hacen disminuir laspérdidas energéticas de metano en un 30%. En cambio, los tratamientos con sosade la paja de cereales, al aumentar la digestibilidad, conforme ya decíamos,incrementan las pérdidas de energía bajo la forma de metano en 1,3 puntos.
– En dependencia con el aportede concentrados diremos que:
– las fermentacionesamilolíticas del rumen hacen reducir las celulolíticas, con una menor digestiónde las paredes y de las pérdidas en forma de metano. Esto ocurre cuando elconcentrado a base de maíz y pulpas se sustituye por paja de trigo tratada: seproduce una disminución de 16 a 4 puntos en la digestibilidad de la celulosabruta y de las pérdidas de energía en forma de metano.
– Un aumento del nivel dealimentación acarrea una aceleración del tránsito de los alimentos, con unareducción de la digestión de las paredes vegetales, y por tanto en laproducción de metano; pero, es que hay más, para Blaxter (1964) “cuando laingestión de alímento sobrepasa el nivel de mantenimiento, la producción demetano por unidad de alimento disminuye”.
En cuanto al aporte de aditivos alimenticios brevemente señalaremosque:
– las materias grasas usadas,que normalmente están en las raciones en baja cantidad (2 a 5% de la MS) paraincrementar el valor energético exigido al haber hecho las producciones lácteascara a las crecientes demandas de la Genética del vacuno de aptitud lechera;este aumento en el consumo de lípidos interfiere la acción de las bacteriascelulolíticas, determinándose un crecimiento del porcentaje del ácidopropiónico en el jugo del rumen y una reducción de la producción de metano(Bauchart et al., 1985).
– Los antibióticos ionóforosque inhiben la degradación proteica y particularmente la monensina en el casode novillos que reciben una dieta con el 70% de maíz triturado y el 30% de maízsilo, entrañan una reducción del 25% en la producción de metano. A conclusionessemejantes ya se había llegado (Poncet, 1981) en los novillos que comencereales, ya que se aumenta la permeabilidad de los iones de losmicroorganismos, con la aparición de un incremento del acetato y del butirato yuna reducción del metano.
Igualmente reducen la reducción de metano el cloroformo,el hidrato de cloral y las sales de cobre.
Aún no pudiendo desarrollar el tema de la metanogénesis,sí la definiremos como un proceso normal y consecutivo a la fermentaciónruminal, particularmente del metabolismo de los Hidratos de Carbono sobre todoen sus formas más concentradas, pero inclusive de los propios azúcares (VanNevel et al., 1972); el proceso es esencialmente de hidrogenación de diversassustancias hasta formar el metano, a la vez que se evita la acumulación dehidrógenos libres que modifican los efectos negativos sobre la propia actividadmicrobiana.
Como resumen diremos que la formación del metano es elresultado del aprovechamiento de las paredes celulares vegetales.
Ahora bien, de los caminos que hemos considerado
)
cuáles son los más prácticos para evitar el efecto”invernadero”?,
)
cuáles son los que limitan lapolución del agua? y
)
cuáles controlan las pérdidasde energía desde el punto de vista pecuario que llegan hasta el 13%?
La solución se centra en la utilización de aditivosalimenticios, antibióticos ionóforos, probióticos como hemos visto en estecapítulo, las materias grasas y los procedimientos que hemos citado: el uso delcloroformo, el hidrato de cloral y las sales de cobre, etc.
Los sistemas que procuran modificar la composición de laflora ruminal hasta el presente no tienen una réplica interesante, aunquetraten de reducir la producción del metano a trueque de aumentar la del acetato… y sin olvidar que tampoco podemos metabolizar los Hidratos de Carbono enconcentrados parietales ya que esta es una de las justificaciones de laexistencia de los rumiantes.
Pero la vía más eficaz es la mejora de la productividadde estas especies, tanto en la producción de leche como la de carne, y a la vezse limita también la producción de anhídrido carbónico.
A este respecto Sauvant et al. (1994) nos da el siguienteejemplo: Para una producción total se 240.000 kg. de leche, se necesita unrebaño de 60 vacas con 4.000 kg. de leche unitaria y que producen 9.200 m3 demetano al año, mientras que 24 vacas lecheras con una producción de 10.000 kg.de leche al año, no esparcirían más que 4.900 m3 por año de metano, es decir,casi la mitad. La solución está clara.
BIBLIOGRAFIA
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